Que mas pue… / Carlos Coutiño

COVID-19

Luego de escuchar el trabajo hecho por el titular del IMSS y lo que se ha mencionado en la Secretaría de Salud de Chiapas; hay que reconocer efectivamente el trabajo hecho por cada uno de los trabajadores de esas y otras instituciones que participaron en el proyecto de vacunación.

No se puede negar que es la gente quien se rehúsa a vacunarse, porque biológicos hay y no es asunto monetario, es un asunto de vida el que se pone en juego. Ante ello salta a la mente que va a pasar con toda la población de aquí en adelante.

Lo anterior porque en muchos lugares al sentirse vacunados ya hablan de poder salir a sus actividades normales, que significa hacer multitud en las fiestas tradicionales y una de ellas en Chiapa de Corzo, donde se señala que llegan poco más de 300 mil personas en esos días.

Las escuelas ya empiezan hablar de que es necesario regresar de manera presencial, esto por ser un mejor modelo de aprendizaje, pero en realidad rompe con todo aquello que permite tener un respeto a la salud, pero es determinación de padres y maestros finalmente.

Ahora bien, si solo faltan los jóvenes, adolescentes y niños por ser vacunados, es posible que hablemos de 2 millones de ellos, es decir 3 millones han sido vacunados y medio millón más optó por no ser tomado en cuenta por creencias múltiples.

Si la vacuna llega ya para todos, el 2022 se espera que no haya una sola restricción para hacer una vida normal, incluso el no usar el cubrebocas o mascarilla, gel o cualquier otra forma de autocuidado.

De ser así, la pregunta nace ahora, que va a pasar con los hospitales COVID en Chiapas, pues si bien es cierto hay dos puntos que observar, uno que a estos lugares llegan muy pocos enfermos, el segundo que cuando hay un enfermo, se le da atención en su propio hogar.

Será entonces necesario ¿seguir teniendo estos espacios, por lo menos para el 2022? me parece que no; pero si es necesario el que todos se cuiden, porque finalmente no es si ya les dio a unos o la mayoría, es el hecho de que si todo regresa como hace 3 años, entonces en nosotros está en saber valorar la vida.

El gobierno ha cumplido su parte, ahora es responsabilidad de la sociedad el entender que la vacuna no mata, que el cuidado debe ser por siempre, el COVID no ha pasado del todo, hay que esperar la nueva presencia que se estima llegue en diciembre proveniente de Europa.

Si a México y en particular a Chiapas le va bien, entonces el siguiente año será de fiesta sobre fiestas tradicionales, regionales y familiares, aunque no será muy recomendable, ya la población se olvidó de ello y el COVID se ha convertido en una «amiga», con el cual convivirán ingiriendo alcohol y cerveza.

Cecilia

No se puede negar que, con la instalación de comisiones en la nueva legislatura, mucho se ha conocido sobre quiénes son los que nos representan en el Congreso, algunos sobresalen como es normal, otros más son cautelosos y esperan los momentos, sin duda alguna llama la atención una mujer en ellos.

Se trata de Cecilia López Sánchez, una mujer indígena que desde la primera ocasión que ocupó la curul, mostró conocimiento del tema, pero en esta ocasión llegó con una preparación superior y ha sido pieza fundamental para empoderar, pero sobre todo para demostrar que los indígenas son personas grandes en toda la extensión.

Deberíamos sentirnos orgullosos de que ella represente a Chiapas, no hay que olvidar que son ellos los auténticos dueños de estas tierras, son los indígenas quienes debería ponerse por delante y no los ladinos.

Hay que decir que muchos indígenas no son como ella, ni muchos ladinos tampoco; pero vale la pena resaltar que hay que copiar, estudiar y sumarse a ese trabajo de ser y querer ser alguien en la vida, no para sobresalir de manera personal, sino para ayudar a los demás.

Cecilia López, mostró un encanto de lo que es la belleza indígena, desde su ser como mujer, su rostro, su inteligencia, su don, todo ello la lleva a ser una candidata perfecta no para gobernar su pueblo, pero si ocupar un cargo en el gobierno federal o estatal.

Se necesita quien hable con conocimiento de causa, con sentido humano y que realmente sea indígena, pero no solo de Chiapas, también de Oaxaca, Guerrero, Veracruz, Chihuahua, de otros puntos, que pueda hacer sentir realmente el valor de ellos, que al final de cuentas también somos nosotros.

Sí, nosotros también somos indígenas, somos de esta tierra, nuestra raíz es centroamericana de origen y posteriormente por políticas somos hoy mexicanos, pero la cultura la conservamos de los primeros, y, por ende, lejos de acabar con las etnias, ellas mismas se fortalecen y de qué manera.

Cuando expreso a Cecilia López, no me refiero a su papel como legisladora, me refiero como mujer indígena que nos enseña el papel de dignificar al ser humano, no es feminista, tampoco es sumisa ante los demás, respeta y se hace con ello respetar.

Vale la pena reconocer a todos por igual, de cualquier etnia salida de la Maya como los Lacandones, Tzotzil, Tzeltal, qué decir de los Zoques o en particular de los indios Chiapa que hoy le dan el nombre a esta entidad del Sur de México, a todos ellos quienes han hecho posible una herencia cultural.

Por el momento tenemos que entender que, en Chiapas a pesar de los usos y costumbres, se ha desvirtuado, usándolo de bandera para agredir y confrontarse todos contra todos, el problema del indigenismo en particular, va más allá del hecho mismo de ser indígenas.

Citamos tres puntos, uno el narcotráfico que ha calado en ellos, es un factor delicado que ha dejado desplazamientos y muertos, por muy poco ricos y menos aún millonarios en la zona.

La pérdida de identidad que va desde la lengua, vestimenta, ritos, que si bien es cierto se presentó un sincretismo, hoy todo pasa por el veneno del trago y se olvida del porque una celebración como las que existen.

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