Retrospectiva / Gaspar Romero

Willy el Omnipresente

La crisis de credibilidad que sufren hoy por hoy los partidos políticos, ha sido precisamente por tener políticos omnipresentes; se burlan de la sociedad que los llevó al poder y se olvidan que se deben a ella. Esos políticos actúan a la vieja usanza, muestran una oscuridad en su actuar y sus resultados están basados en el manejo de su imagen pública y no en hechos reales.
Es precisamente lo que sucede con el diputado local por el PRI; donde el político de medio Pelo, Willy Ochoa Gallegos, utiliza el fuero constitucional solo para cobrar sus más de 90 mil pesos mensuales como diputados y le vale un comino llevar a cabo sus actividades legislativas, por ostentar un cargo fuera de su jurisdicción. Cargo logrado con base en recomendaciones y no por capacidad propia.
Willy Ochoa Gallegos debe entender que los perros ya no se amarran con chorizo en Chiapas o en particular en Tuxtla Gutiérrez, y por lo tanto debe desquitar el sueldo, -que le pagan completito y que sale de los impuestos de los chiapanecos-, como legislador local por el distrito poniente de la capital chiapaneca y dejar de mentir a los ciudadanos que no acude al congreso porque se ha dedicado a gestionar recursos para los chiapanecos.

¿Cuales recursos?

Los recursos para obras camineras, construcción de escuelas, para la construcción de clínicas y hospitales, combate a la pobreza ampliación de programas -en fin-, entre otros y que aterrizan en los Municipios, son solicitados directamente por los alcaldes en turno, para ello integran los proyectos o los llaman expedientes de factibilidad, con el fin de que dichos recursos sean etiquetados y luego no se incurran en desvíos en casos de ser aprobados.
No puede engañar a la sociedad cuando dice que se ha dedicado a gestionar recursos. Para la búsqueda de recursos está el gobernador Manuel Velasco y puede ir con el titular de Hacienda Federal, Luis Videgaray a gestionarlos e incluso reunir a los diputados federales que la mayor parte son del PVEM y solicitarle la gestoría y por donde va la intención de la inversión pública en Chiapas.
Es una mentira más de Willy Ochoa, al no poder justificar las faltas para cumplir con el mandato de ley como diputado local por el tricolor.
Lo cierto, es que el también Secretario de Organización del PRI, busca justificar su falta de responsabilidad ante los electores que los ha engañado y que de manera cínica los dejó tirados y olvidados, por ostentar dos cargos, que no puede con ellos.
Por un lado, la diputación local que de no llegar mañana martes 10 de noviembre, a la sesión del Congreso del Estado, se le estarían acumulando diez faltas y ninguna de ellas ha sido sancionada.
No engañe a los Tuxtlecos que votaron por usted señor Willy Ochoa; si no puede con el cargo renuncie, muestre un poco de ética profesional.
Los perros ya no se amarran con chorizo, esos tiempos de la vieja práctica política se acabaron. Éstos son tiempos de transparencia y rendición de cuentas y quien no tiene la capacidad, es mejor que se haga a un lado. Lo que demuestra Willy Ochoa es su incapacidad de gestión y que no puede con los dos cargos que le confirieron. No puede con la diputación local y tampoco como Secretario de Organización del PRI.
Pero su cinismo es tan alto que lo lleva a pensar que se puede volver omnipresente, cuya cualidad solamente la ha podido tener Dios. No se confunda, simplemente no puede con el cargo. Deje de engañar y ser un mentiroso.

El perredismo- Verde Amárela

El fin de semana, los consejeros del Partido de la Revolución Democrática, definieron sus principios ideológicos y el futuro que le espera al Perredismo en el país, al elegir a un priista –salinista-, en la dirigencia nacional, Agustín Basave. La elección del priista que apenas se había incorporado al Sol Azteca y fugazmente conquistó la dirigencia se transforma en la muerte política y de ser un ente de izquierda pasa a ser priista. En tanto la izquierda como tal queda definida en Andrés Manuel López Obrador.
Lo lamentable es que fueron las propias tribus que acabaron con el perredismo en México. En Chiapas por ejemplo fueron los choferes y mayates de los líderes de las tribus que acabaron con el perredismo y que hoy en día queda los llamados verde amárela que lo han ido extinguiendo desde el gobierno de Pablo Salazar Mendiguchía cuando aceptaron un gobierno que nunca fue de ellos, pasando por el gobierno de Juan Sabines que igual nunca fue de ello y hoy en tres años de gobierno de Manuel Velasco. Para lo único que ha servido el perredismo en Chiapas, es para acabar con la pobreza de sus dirigentes.

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