Uno de los artistas chiapanecos vivos más importantes logra a través de la escultura recuperar una tradición de talla muy antigua y de gran maestría en México
Arnold Jarquín / Aquínoticias
Las artes plásticas fueron el medio que Reynaldo Velázquez Zebadúa encontró para expresar su creatividad y sus emociones. El artista, quien nació en Tuxtla Gutiérrez el 23 de junio de 1946, ha trascendido a nivel internacional por su obra escultórica, aunque también es reconocido por la pintura y el grabado.
En sus inicios y de manera autodidacta, Reynaldo creaba pinturas, acuarelas y grabados sobre madera con técnicas tradicionales y diferentes formatos, logrando piezas únicas que reflejaban su entorno natural, con paisajes tuxtlecos entre ríos y sabinos. Decide ingresar a la Escuela de Artes Plásticas de Chiapas en 1966, y más tarde a la Escuela de San Carlos en la Ciudad de México para profesionalizar su trabajo.
Considerado como uno de los artistas chiapanecos vivos más importantes, logra a través de la escultura recuperar una tradición de talla muy antigua y de gran maestría en México, para crear nuevas formas de expresión que tiene en la sensualidad uno de los matices más definitorios de su manejo del realismo.
La decisión de salir de su lugar natal permitió consolidar su obra escultórica a niveles internacionales, que lo ha hecho obtener, entre otras distinciones, el Premio Invitado Especial en la First Rodin Grand Prize Exhibition que organizó en 1986 el Open Air Museum de Japón y exponer una de sus piezas en el Petit Palais, de París.
Su obra forma parte de la colección permanente del Museo de Arte Moderno del INBA. En el 2016 el Museo Universitario del Chopo de la UNAM realizó la exposición retrospectiva «Batallas en el misterio», como homenaje a la trayectoria del artista tuxtleco.
En el Museo Fundación Mario Uvence, en San Cristóbal de Las Casas, se exhibe de manera permanente la colección de libros de cubiertas talladas y diferentes esculturas, que se destacan por el nivel de detalle y la habilidad con la que talla, en diferentes tipos de maderas. La colección de cubiertas de libros es única en el país.
