Salud mental de mujeres lesbianas y bisexuales, de las más afectadas durante pandemia

Registran aumento histórico en llamadas de emergencia al 911

Diana Hernández Gómez / Cimac Noticias 

Ciudad de México.- La pandemia por COVID-19 desató otras graves emergencias relacionadas con aspectos como la violencia, las carencias económicas… y la salud mental. En esta última esfera, la integridad emocional de las mujeres lesbianas y bisexuales (integrantes de la comunidad sáfica) se vio particularmente afectada entre las y los miembros de la comunidad de la diversidad sexual.

Este 24 de agosto, durante la presentación del informe Nosotras en la pandemia, elaborado por el Observatorio Género y COVID-19 en México, Amir Samaria León González –oficial de incidencia y liderazgos del Programa de Identidad Sexual de la organización por los derechos de mujeres y adolescentes, Balance A.C.– explicó que la salud mental de la comunidad LGBTIQ+ fue especialmente vulnerada durante el periodo de confinamiento de 2020.

Esto se debió a que muchas personas de la comunidad tuvieron que regresar a sus hogares o lugares de origen, con familiares que las violentaron y cuya discriminación las obligó a salir de estos espacios en primer lugar. Dentro de esta población –acotó Amir León–, la comunidad sáfica se vio particularmente dañada.

Estrés, angustia y miedo: las afectaciones más frecuentes entre mujeres sáficas

De acuerdo con León González, el estrés fue el síntoma más frecuente entre personas de la comunidad LGBTIQ+. Entre ellas, quienes lo percibieron más fueron las mujeres lesbianas y bisexuales, quienes presentaron una tasa de 77.6 por ciento de este padecimiento durante 2020, el año más álgido de la pandemia por coronavirus.

Por otro lado, Amir León declaró que estas mujeres también experimentaron angustia, miedo y ansiedad en mayor medida que las otras personas de la diversidad sexual, pero también que hombres y mujeres heterosexuales. Al respecto, la internacionalista detalló que hay una brecha del 15 por ciento en cuanto a la vulneración de la salud mental para la población sáfica con relación a la no sáfica diversa. La brecha es del doble –es decir, 30 por ciento mayor– cuando se compara con la de los hombres heterosexuales.

Entre otras afectaciones, las mujeres de la comunidad también presentaron síntomas de depresión, además de insomnio y pérdida o aumento de peso. Finalmente, dos de cada 10 mujeres lesbianas o bisexuales tuvieron ideaciones suicidas durante la pandemia y una de cada 10 hizo un intento por terminar con su vida.

Violencia contra las mujeres se generalizó durante emergencia sanitaria

El informe presentado por el Observatorio Género y COVID-19 –conformado por cerca de 35 organizaciones entre las que se encuentran Balance A.C., Ipas México, Intersecta, “México, ¿cómo vamos?” y Data Cívica– también incluye datos sobre la violencia ejercida contra las mujeres en general entre 2020 y 2021, cuando la pandemia de coronavirus encerró a muchas de ellas con sus agresores.

En este aspecto, el Observatorio reportó un aumento histórico en el número de llamadas de emergencia realizadas por mujeres al 911. En 2019, un año antes de la emergencia sanitaria, se hacían 23 llamadas cada hora; para 2020, la cifra aumentó a 30 llamadas por hora, y lejos de disminuir, los números han ido al alza: en lo que va de este 2022, se han reportado 39 llamadas en ese lapso.

Por otro lado, en marzo de 2020 –el mes en el que se ordenó el confinamiento ante la expansión de la COVID-19–, el 911 recibió 26 mil 171 llamadas; el máximo histórico registrado anteriormente era de 21 mil 727.

Los refugios desempeñaron una función central para la protección de víctimas durante la pandemia. Aun así, desde 2019 no reciben el presupuesto necesario para continuar con sus labores.
CIMACFoto: Sammi Bushman

A la par, la Red Nacional de Refugios (RNR) registró un aumento del 68 por ciento en la demanda de sus servicios desde marzo hasta julio de 2020. En total –y pese al constante abandono de las autoridades mexicanas hacia estos espacios– en dicho periodo, los refugios atendieron a 40 mil 827 mujeres e infantes sobrevivientes de violencia.

Además de esto, el informe muestra la disminución en la cantidad de interrupciones legales del embarazo realizadas durante la emergencia por coronavirus. Esto se debió a que los servicios de salud se encontraban al borde del colapso y concentraron la mayor parte de sus recursos en atender a las y los pacientes contagiados por el virus.

De acuerdo con el Observatorio de Género y COVID-19, siguen sin registrarse cifras de abortos similares a las anteriores a la pandemia. Este hecho y el constante aumento en las llamadas de emergencia dejan ver que, pese al paulatino regreso a un tipo de “normalidad”, la violencia contra las mujeres en México es todavía una pandemia que no da tregua.

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