Todavía existe / Eduardo Torres Alonso

En el año 2023, aún existe la discriminación. El discurso de las sociedades integradas e iguales se desvanece cuando se observa la realidad. Es sorprendente, por decir lo menos, que una acción completamente irracional como lo es discriminar a otra persona siga ocurriendo en los días en los que la discusión es sobre la viabilidad del planeta por los problemas medioambientales y sobre la rebelión de la inteligencia artificial.

El Instituto Nacional de Estadística y Geografía junto con el Consejo Nacional para Prevenir la Discriminación y la Comisión Nacional de los Derechos Humanos sumaron esfuerzos para levantar la Encuesta Nacional sobre Discriminación 2022 cuyos resultados recientemente fueron puestos a disposición. Qué bueno que exista colaboración interinstitucional. Dos organismos autónomos (INEGI y CNDH) y uno más de la administración pública federal (CONAPRED) se aliaron para brindar información sobre uno de los mayores problemas que hay en las relaciones sociales en México porque, aunque disguste, la discriminación sigue vigente.

Para el 2022, 23.7 por ciento de personas de 18 años y más sufrió algún tipo de discriminación en el territorio nacional. Aunque si se revisan las entidades federativas, se pueden encontrar porcentajes más elevados:  Guerrero (26.7 por ciento), Oaxaca (26.7 por ciento), Jalisco (27.1 por ciento), Ciudad de México (29.6 por ciento), Querétaro (30.5 por ciento), Puebla (30.6 por ciento) y Yucatán (32.1 por ciento). En tres de estos estados, se registran los niveles de discriminación más altos contra mujeres: Yucatán (32.7 por ciento), Puebla (32.6 por ciento) y Querétaro (31.7 por ciento).

¿Por qué se discrimina? Los motivos no son pocos. Ordenados de mayor a menor frecuencia, son los siguientes: forma de vestir o arreglo personal (tatuajes, ropa, peinado, perforaciones); peso o estatura; opiniones políticas; ser mujer u hombre; manera de hablar; edad; creencias religiosas; clase social; lugar donde se vive; estado civil o situación de pareja o familiar (embarazada, huérfana/o, adoptada/o); tono de piel; tener alguna enfermedad; tener alguna discapacidad, y preferencia sexual.

Para evitar confusiones, malos entendidos o errores de interpretación, las instituciones que realizaron la encuesta definieron a la discriminación como: “[…] una forma de rechazo social injusto basado en estereotipos, prejuicios y estigmas que afecta los derechos humanos de las personas.” Queda claro lo que buscaban

Darnos cuenta de lo que nos ocurre y de lo que hacemos (a veces, sin reparar en ello) es un primer paso para cambiar personal y comunitariamente.

¿Por qué motivo ha sido discriminado o discriminada?, ¿por qué motivo usted ha discriminado?

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