Algunos padres ven la procreación como un medio de producción para obtener ingresos
Cosme Vázquez /ASICh
[dropcap]U[/dropcap]rge frenar violaciones a derechos humanos de niñas indígenas que son vendidas por sus padres a estas alturas del siglo XXI, señaló José Manuel Blanco Urbina, presidente de la Federación de Colegios, Barras y Asociaciones de Abogados.
Señaló que las leyes, tratados, acuerdos y decretos para proteger los derechos de los indígenas y en defensa de la mujer son letra muerta ante lo que se comete específicamente con estas niñas, sobre todo de la zona Altos de Chiapas.
No es posible que en aras de los usos y costumbres los padres de familia vendan a niñas de 14 años de edad con el fulano que la quiera poseer sexualmente, con el argumento que la quiere para su esposa, aun sin antes haber tenido un acercamiento ni relación sentimental. Ejemplo, la niña indígena tzotzil Anastasia Santiza López, menor de edad, de quien trascendió a la opinión pública su caso.
Dijo que la venta de las niñas indígenas resulta ser un negocio para los padres de familia, por lo que su procreación la toman como un medio de producción que les dará ingresos. ¡Ya basta de tanta barbarie!
Siguen siendo vulnerables los derechos de las niñas indígenas, por lo que se debe hacer algo para que esto no siga sucediendo, y con evitar la venta de niñas no se estaría atentando en contra de los usos y costumbres de los pueblos indígenas.
Ante esta realidad, dónde están aquellas organizaciones defensoras de las mujeres, las instituciones de atención a la mujer para que ya no se sigan dando estas acciones violatorias, que evidencias lo vulnerable que están todavía las niñas indígenas, de las cuales muchas vemos ahora en las ciudades cargando al pichi que les hizo el fulano que las pudo haber comprado y luego abandonado después de satisfacer sus deseos.
El también presidente de la Comisión de Derechos Humanos de Chiapas, AC, anotó que el varón que compra a una niña indígena jamás la respetará como esposa, sino al contrario la tratará como algo de su propiedad.
No hay que ser alcahuetes de una acción que va en contra de lo que establece la ley, sostuvo al tiempo de ponerse a las órdenes de aquellas mujeres indígenas que sientan violados sus derechos humanos, para apoyarlas en busca de la justicia y la defensa de sus derechos. ASICh
