Tubo de ensayo / Rene Delios

Ya se había dicho desde el primer año que la administración de Velasco Coello había heredado una deuda tremenda de un solo gobierno, pues también Salazar la dejó en ceros al gobierno sabisnista que fue el que se endeudó sin planeación. Sin embargo, la entidad venía también de una agresión natural como lo fue la lluvia ciclónica Stand, que destruyó mucha infraestructura institucional y de servicios, y que prácticamente la labor de un sexenio, lo que anuló lo hecho por el gobierno pablista, y cuyos funcionarios de mandos medios incrementaron el índice de daños en inmuebles no afectados que al año nada más pintaron y aparecieron como reparados sin invertir un solo peso del presupuestado por el Fonden.
¿O no se la sabían?
Ese acumulamiento de lo no hecho y desde luego, de lo robado, pero además de lo endeudado, llegó hasta el gobierno de Velasco Coello, al que más que la verdad hay que reconocer que a mitad del sexenio reduzca una enorme deuda no adquirida por él, y en vez de que le valga y hasta disponer para otros asuntos más para lucimiento de su gobierno, destine varo para pagos que no dejan lustre.
Claro que no es éste gobierno miel sobre hojuelas, pero como la obra hidráulica que no se ve, como las nuevas avenidas bien hechas, hay que reconocer esto de bajar la deuda en un año donde sube el dólar.

Matraz

No soy partidario del PAN ni por equivocación; es de los que ya llegó a gobierno federal y no respondió a las expectativas, y sus integrantes o militantes distinguidos, son tanto como peor que los priistas, porque al menos los segundos no andan con golpes de pecho en contra del aborto y los matrimonios del mismo sexo, como estos compas azules que se la pasan en aquelarres y moches con un pañuelo en la cara.
Desde luego muchos azules de la aldea se olvidan de que para antecedentes con el PRI, el PAN, y no son pocas las alianzas que en su momento se han dado y que fundaron el concepto de PRIAN en los ochentas y noventas del siglo pasado, cuando impidieron a toda costa que la izquierda llegara al poder, con esa caída del sistema que avalaron en su momento, y que dio la resultante de que en el norte creciera una ola azul en gubernaturas que no han sido la panacea, como no lo han sido las amarillas ni en el DF, Tabasco o Morelos, ya ni se diga Guerrero narco.
O sea que las primeras tres fuerzas políticas del país, han valido.
Ahora todo es contra el verde, un crío primero también del PAN –¿o ya se les olvidó?-, que como el mal experimento genético nadie lo procreo pero que todos jalan, por sus recursos económicos al parecer ilimitados, y que hacen preguntar ¿de dónde? al menos que sean los propios gobiernos priistas, o de las siglas verdes por todo el país, los que canalicen recursos para un punto determinado y dotar de recursos a sus candidatos apadrinados por el centro.
Pero al parecer en Tuxtla les falló, pues el triunfo no fue contundente y obliga, de ratificarse, a que la administración verde negocie para integrar un gabinete plural, como el presentado por Salazar en 2000 con todos los partidos, hasta un priista, que fue Roger Grajales.
Desde luego que observo que desde la óptica rojista no lo ven así: el PAN va ser todo azul, y como Araujo Sánchez –¿también ya se les olvido?- pintará todos los parques y banquetas de celeste como ahora lo hacen de verde.
En serio, por eso los hay quienes afirmamos en las redes que pierden el tiempo en pleitos por éstos políticos que son igualitos.

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