Me cae que cuando el gobernador Manuel Velasco Coello dijo que «el campo chiapaneco ya no debe ser sinónimo de pobreza», expuso una gran verdad, ya que debido al paulatino deterioro que ha tenido el agro, se han generado otros fenómenos asociados con la pobreza y la marginación.
Por eso es de relevancia la reunión que sostuvo recientemente el Jefe del Ejecutivo estatal, en la ciudad de México, con el titular de la Sagarpa, Enrique Martínez Martínez.
El funcionario federal y el mandatario chiapaneco, evaluaron los avances que lleva la construcción del Agroparque en Puerto Chiapas –único en su tipo no solo en la costa del Pacífico, sino en todo México-, así como los beneficios que aportará a nuestra entidad, especialmente al sector productivo; la creación de la Zona Económica Especial, dada a conocer por el presidente Peña Nieto desde el 27 de noviembre del año pasado y que en breve enviará la iniciativa de ley al Congreso de la Unión, según se dio a conocer hace unos días.
En el encuentro sostenido con el secretario de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación, Velasco expuso la situación que enfrenta la cafeticultura en el estado –de la que Aguilar Bodegas, acá precisó se ha perdido en un 50 por ciento por causa de la roya-, sobre todo por los daños provocados por ésta y otras enfermedades fitosanitarias.
En el mismo sentido, abordaron los proyectos instituidos y dedicados a fortalecer la ganadería, entre otros.
Velasco Coello y Martínez Martínez, coincidieron en la necesidad de que en el 2016, se deben hacer más esfuerzos para que el campo chiapaneco reciba más recursos y de esa forma hacer más eficientes los programas y proyectos para este sector en el que trabajan más de dos millones de personas.
Sin embargo en éste punto del café hay que hacer una observación en torno al daño ecológico que significaría que millones de plantas se vieran afectadas y tuvieran que ser renovadas. Es increíble que hasta que se tiene encima el problema, la federación decida actuar, cuando éste caso se pudo prevenir desde hace varios años.
Desde luego que de ese lapso a la fecha, los productores del aromático dieron la oz de alerta y el gobierno de la entidad hizo lo necesario para contener el problema. Sin embargo los presupuestos para ese fin no fueron suficientes y la cuestión se salió de dominio, hasta que ahora la federación va a actuar en consecuencia.
Desde luego que la situación a impactado en la economía de miles de familias; la baja producción y desde luego los controles de calidad son una merma y un problema, que redunda en menos beneficios.
Así pasa cuando sucede.
