Ahora si ¿quién es el de más culpa?
Las dudas de tiempo ha sobre el financiamiento a la campaña desde hace 18 años de AMLO, dan origen a éste tipo de oportunismos como el de Miguel Angel Yunes, que bien puede presentar testimoniales que no pruebas, pues esos recursos a quien sea, se le dan de manera discrecional y no bajo documentación.
Yunes mismo lo sabe luego de los escándalos en que se ha visto envuelto desde que fue director del ISSSTE, institución en la que no hizo mucho más que dinero –no solo AMLO, sino la PGR- quien lo retó a que le comprobara que Duarte en efecto le daba dos millones y medio de pesos al mes, cifra que dentro de los mismos partidos es muy alta para un organismo que no servía ni de bisagra en las elecciones de 2016 en Veracruz por su pobre presencia, como para que hubiera valido el costo de 30 millones de pesos en ese año, y hacerle sombra al PRD, aliado al menos del PAN por la candidatura a gobernador.
No hay más que pensar que Morena le quitara votos al PRD, no al PAN, que fue la dupla que ganó la candidatura con Yunes, quien es un mandatario más preocupado en los asuntos mediáticos que en solucionar los tremendos problemas financieros y de liquidez que vive esa entidad del golfo.
Es decir que desde que Yunes tomó posesión es más noticia por denuncias que por logros; la recuperación de unos mil 400 millones de pesos de propiedades del ex gobernador está en veremos, pues son acciones de la PGR y la ASF, no precisamente de su gobierno, el cual va a ser de dos años, tiempo insuficiente para levantar a la entidad, pero con tiempo para seguir explotando el caso de saqueo a ese estado y ser parte del comedido mediático que pudiera darle figura para algo más después de 2018, en elque posiblemente reabran su caso.
Igual es AMLO, un político que tiene años señalando que es la solución pero sin presentarla, acusando de todo –y hasta con razón- al gobierno federal y descalificando personajes de la política nacional o local, según su oportunidad, y en el que sus seguidores creen ciegamente, sin observar que de amor no se vive, pero los partidos o los candidatos no lo pueden hacer sin dinero, y éste debe salir de alguna parte, pues los viajes del de Macuspana y su séquito por todo el país, no pueden ser gratuitos y sí muy costosos.
¿De dónde, mi rey?
No lo explica: no está obligado; pero debería hacerlo para agregarle más confianza a sus seguidores que no son los que lo financian, como dijeron no hace mucho en el congreso de la unión, cuando el de Tabasco cuestionó lo vende patrias que son los legisladores al aprobar la reforma energética «¿Quién pompó?» parodiando a otro tabasqueño.
Pues ya tenemos nuevos elementos en ésta guerra –sucia- de medios, entre un panista y un Morena, aunque se oiga raro, y en esto los de izquierda como los perredistas guardarán silencio, pues son subordinados de Yunes en Veracruz, y muy posiblemente planeen otras alianzas en otras entidades para 2018 –son 14 a elegir- ya que en Edomex no se pudo, y ahí –la cereza de la elección 2017- va sola otra vez, Josefina Vázquez Mota.
