Tubo de ensayo / Rene Delios

Desde luego que un nacionalismo repentino apareció, tan es así que hasta el propio López Obrador se puso la camiseta indistinta sigla por la causa común que es México, y hasta sugirió que Peña, presentara un planteamiento ante la ONU, en momentos en que Donald Trump advertía que posiblemente se analizaría las aportaciones que da su país a esa organización que, desde luego, es la mayoritaria, y cuya edificación de su sede está en frente del Hudson en New York.
Es complejo aceptar algunas cosas en éste tema, como el hecho de que Trump es presidente de EU, no de otro lado.
De que tiene que hacer valer las leyes de su país, como presidente. Que los ilegales son eso, ilegales, de dónde sean, aun los criterios desarrollados en las famosas ciudades santuario, a las que ya el presidente gringo les anunció que les retiraría las partidas humanitarias.
Los migrantes ilegales padecen lo mismo en EU que en México; reseñas sobre la Border Patrol como del INM hay por miles y desde luego, los abusos de los contratistas tanto en los trabajaderos de la frontera sur mexicana como en la sur de EU, y las condiciones inhumanas tanto laboral como de pagos.
Para los centroamericanos son lo mismo policías mexicanos que gringos, aunque son más arriesgados en nuestro territorio porque no padecen la llamada «frontera del idioma».
El Muro, pues si se lo autoriza el congreso de EU, se hará, pero esa autorización no puede incluir dinero mexicano, aun Peña Nieto tuviera esa voluntad, pues también tendría que ser aprobado por el senado, y la postura del recinto fue de total negativa.
Muy aparte de sentimientos nacionalistas, de indignación por las determinaciones del magnate, lo cierto es que él gobierna para aquel lado, no para ninguno otro, y que ya generó en días, mucha prensa a su favor y en contra, y el polémico millonario se ha convertido en el mandatario gringo con mayor resonancia en mucho tiempo.
Llama la atención su antimexicanismo, dicen muchos, porque no presta tanta importancia a Canadá, una nación con los menores índices de corrupción en el mundo, y que se desenvuelve en una economía sana, y cuyos índices de delincuencia son bajos.
México es todo lo contrario.
Aunque duela: los gobiernos mexicanos no han logrado no solo prestigiar al país, sino que han demostrado nulidad total para dar desarrollo social a su población; en México seguimos con los programas de asistencia social y un paternalismo caro que no produce y por el contrario, sangra presupuestos importantes que no tienen reembolso a las arcas federales.
Continúa la explotación de la pobreza hasta con fines electoreros, en algo inmoral que denota la pobre calidad de la política en el país, y que es bastante practicada por los gobernantes.
No espero que eso de negociar se dilate tanto: hay que hacerlo; el cierre de empresas en la región norte con relación comercial de años con EU, va a ser inminente si esas platicas se dilatan, con la pérdida de miles de empleos de éste lado, que es la otra que, los radicales anti yanquis no analizan, como tampoco que, es EU el mayor socio comercial de México.
Repito, aunque no les guste.

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