Tubo de ensayo / Rene Delios

¿Cuál es el problema para una educación exitosa en éste país corrupto?

Que los encargados de impartir esa educación exitosa son parte de la corrupción, y que han deteriorado sus estructuras a través de los sexenios –que es como se mide el tiempo mexicano-, hasta lo que tenemos hoy en realidad: una mala calidad en educación básica, con una secretaría del ramo autoritaria en extremo, que pretende lavarse las manos cuando está en cohecho histórico, y un magisterio –incluidos el SNTE y la CNTE-, que en promedio no aplica un buen método pedagógico pues lo contrario se reflejaría en una buena calidad; a los señores no les interesa saber: no conocen lo mínimo en ciencia, arte, política, cultura, porque no leen.
¿Así pues cómo?
Digo, hoy inician clases –mucho tiempo después que el calendario oficial- en Chiapas.
Pero regresando al motivo de éste bodrio, el punto es que pasa el mismo fenómeno en los funcionarios públicos de la SEP y sus afines estatales.
Los que deciden en esas dependencias no son unas lumbreras que digamos; son institucionales a ultranza, los más ahí colocados vía influencias, compromisos: desde su interior debió darse la advertencia de que la Reforma Educativa era una afrenta a la disidencia, pues carecía de consenso. La neta se perdió una gran oportunidad para establecer un acercamiento «científico» con la CNTE, y ver qué nivel de propuesta –porque debe tenerlas- tiene el domesticado SNTE.
Porque haber ignorado a la base magisterial en el modelo educativo es como si en la UNAM ignoraran a la base académica: no pasa eso en la máxima casa de estudios, en dónde respetan la inteligencia desde rectoría; pero en la SEP no les importa, pues tienen a un SNTE arrodillado y una CNTE ya hoy contrapuesta. La SEP no ve en ese magisterio a un compañero en la jornada de estudio nacional, sino a un empleado, cuando ambos –SEP y magisterio- son empleados de los mexicanos.
Así que ¿Cuál es el problema para lograr una educación exitosa en éste país?
Observando bien el panorama, sin apasionamientos políticos y gremiales e institucionales, el problema son ellos, y su desacuerdo ideológico o estructural o institucional o laboral o político; el problema no lo generamos los mexicanos y menos los hijos de éstos a los que está dedicado su trabajo.
Los mexicanos solo vemos una situación enfrentada, una CNTE provocada, una SEP provocando; una radicalidad a la alza y una estrategia envolvente para que el gobierno federal reaccione por la fuerza, como la estupidez –porque lo fue- de bloquear el acceso ferroviario a las siderúrgicas en Michoacán, lo que ya es otra cosa en el ámbito empresarial, pues los contratos con el exterior se tienen que cumplir.
¿Y todo para qué CNTE?
No se fue Nuño, menos Peña, como tampoco Velasco; y no se va a derogar la Reforma Educativa; es ley constitucional.
Tampoco van a demostrar que «ahora sí» van a incrementar la calidad de su enseñanza; hasta para irse dejaron muestra de su calidad personal en cientos de toneladas de basura por todos lados, o sea que ser maestro en instrucción primaria o secundaria es sinónimo de qué: ¿flojo, sucio, vándalo?
Sí, ya sabemos que los peores están en el gobierno o en el sector privado, pero teníamos la esperanza que el magisterio disidente fuera distinto, y hace lo mismo: cobra por un mal servicio y desearía por el bien de los hijos de México, equivocarme en cada párrafo de éste bodrio.

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