Tubo de ensayo / Rene Delios

Dice el presidente que lo bueno no se cuenta pero cuenta mucho.
La pregunta es ¿Por qué no se cuenta?
O es más ¿Por qué no cuenta?
¿Será porque los equívocos, las imprecisiones, la falta de cumplimiento con los mexicanos son más notorios para –o impactan más en- los mexicanos.
Porque hasta dónde aprecio la gente habla mal o bien de quien se lo merece, y de ahí vienen tanto criticas como reconocimientos.
Eso de los bueno se cuenta pero cuenta mucho, es más una referencia para que también veamos lo menos, porque lo más está en una nación anegada de violencia, inseguridad, carestía de la vida, desempleo –aun los triunfalismos en el tema-, ausencia institucional y por ende desplazamiento social en zonas marginadas.
Aunado a esto los fenómenos económicos globales, la incidencia lenta de capitales de inversión, la baja en los precios del petróleo, y contrariamente, la llegada en lo que va del año de 120 mil millones de dólares de inversión directa, más de 8.7 millones de turistas internacionales en lo que va de 2016, pero ¿por qué está la situación a la baja?
La reducción del presupuesto 2017 en comparación a 2016 evidencia que no salieron las cosas como dicen; eso va a impactar nuevamente en los estados, que verán reducías sus participaciones en un 3.1 por ciento para el año que entra, y desde luego, sus deudas con instituciones de crédito y el sector privado, por cierto desesperado a falta de pagos, en especial en aquellas entidades en dónde éste año hay cambio de gobierno.
Ellos, los del dinero –supuestamente- no pueden contar lo bueno, esto es, su dinero.
En fin, la frase del presidente Enrique Peña Nieto, fue más motivo de sornas que de reconocimiento; no es ingeniosa, es desesperada en un gobierno que no ha logrado en lo mínimo sus metas propias, ya no las de campaña, en que se prometió un México mejor, y encontramos que todo se ha incrementado, menos el salario mínimo, aun el secretario del trabajo haya dicho de que hay condiciones para un aumento.
¿De cuánto?
¿Otro tres por ciento insuficiente para mejorar la calidad de vida promedio?
Desde luego que todo el aparato hace lo posible para que la imagen presidencial mejore, y más se ocuparán de ello en la medida en que se acerque la fecha electoral federal de 2018, aunque tendremos otro parámetro que marcará prospectivas porcentuales para que los especialistas se descerebren un rato, con tres elecciones en 2017, incluyendo el Estado de México, dónde nació el presidente.
Un resultado sorpresivo en la tierra que gobierna el priista Eruviel Avila –que ganó en 2011 con un porcentaje casi igual al de Manuel Velasco, y la verdad no se espera de acuerdo a las estadísticas-, sí que acelerarían todo en el escenario político electoral hasta en los partidos

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