Tubo de ensayo / Rene Delios

Una serie de eventos de protesta que tienen la verdad cansados a los ciudadanos y ciudadanas de la capital del estado, siguen realizando los maestros de la CNTE.
Están solos, esa es la verdad, no logran ese apoyo demandado de la sociedad civil porque está dañando a ésta, y desde luego sino generalizado, hay una indiferencia a sus acciones, obvio a sus peticiones, las que ya son ley, y están en aplicación.
Lo cierto es que no es todo el magisterio chiapaneco como ellos dicen, y es evidente que si tienen convocatoria local, pero solo en Chiapas, y parece que la CNTE termina solo con la base en dónde nació: en Chiapas, en 1972.
Oaxaca repliega contingentes, el CETEG no respondió en Guerrero, la 18 de Michoacán tampoco.
Se insiste: no es un movimiento nacional.
Ya se ha expuesto en muchas ocasiones que la necesidad de sus dirigentes con ideologías entrecruzadas, complica el diálogo: no tienen razón; la educación se tiene que evaluar, desde luego, y esa métrica se aplica hasta en el nivel superior, en que se busca la llamada excelencia académica.
¿Por qué en la educación básica no?
Son asalariados del pueblo –al que convocan- no del gobierno, menos de la SEP. Sus acciones no los enemista con Nuño, sino con la nación, en el entendido de que esos niños son el futuro; es tan simple pero complejo: la calidad de la educación se tiene que mejorar, esta deficiente, y no me refiero a todo el magisterio pero es sumamente curioso –o evidente- que, sean Chiapas, Oaxaca, Guerrero y Michocán las colas de la calidad educativa, precisamente en dónde tiene más presencia esa dicidencia intolerante.
Y para eso no necesitamos la espada de Leono, es decir para ver más allá de lo evidente.
La CNTE tiene gente –si convoca, neta- para hacer las grandes propuestas para mejorar la educación. No se trata de un gremio, sino de la importante resultante que éste tiene como compromiso con el país, con la infancia, con su desempeño.
Para mí se quedan cortos peleando con el gobierno por las leyes estructurales que ya son vigencia, aprobadas por el congreso de la Unión y eso no lo tira nadie ni nada: ahora sí que tienen un compromiso histórico con el país, y en vez de eso agreden a la civilidad, a los ciudadanos, al estado de derecho.
Repito no son un movimiento nacional: en 28 estados se aplica la nueva norma sin problemas; en el norte no existe la CNTE, en el sureste tampoco.
Hay que hacer para empezar una introspección: ¿y si ellos evalúan a sus propios compañeros –los de la CNTE- y aceptan en verdad su condición de preparación?
Es México, no una cuestión laboral: en treinta años ninguno de los actuales maestros va a estar en ejercicio y la verdad ya no queremos seguir viendo lo mismo que hace cuarenta años, porque los que iniciaron el movimiento de la CNTE, señoras y señores, ya están jubilados, y muchos perviven del presupuesto partidista.
Pero esa es otra vaina.

Compartir:

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *