Tubo de ensayo / Rene Delios

Florencio Madariaga insiste en que Pablo Salazar no puede ser candidato a nada, porque se le sigue un proceso penal en torno a los neonatos de Comitán, y que el ex gobernador no recibe las notificaciones de referencia porque no presenta un domicilio fijo, por lo que se complica su ubicación.
Madariaga cuestiona el cómo propone un Movimiento de la esperanza, cuando es intolerante a las expresiones contrarias a su opinión, y en ese tenor indica que es rencoroso y vengativo.
La propuesta salazarista fue hecha por el mismo ex mandatario a la opinión pública chiapaneca, como una vía para proponer candidaturas que sean acuerpadas por partidos políticos o en su caso concursen por la vía independiente, apostando al desgaste de credibilidad no solo en los partidos, sino al desgaste que han merecido los visibles aspirantes que, a través del PRI, PRD e incluso MORENA, se muestran desde ya con clara intensión por la gubernatura estatal en 2018.
En lo general, no le ha ido muy bien a Chiapas en éstos tres sexenios; a 16 años en que se dio la transición ésta no logra fructificar en la calidad de la política local, enredada y llena de desbandadas y traiciones, guerra sucia entre otras lindezas de la corrupción política que agota el trabajo político y limita la capacidad de observación y la expresión.
Así en Chiapas puede haber un bloqueo de meses por parte del magisterio, linchamientos barbaros, ex alcaldes desfalcadores, municipios sin sus alcaldes aún un fallo del TRIFE y en las dirigencias y principales cuadros políticos, no hay referencia de nada.
No lo hay ni del propio Salazar que ni se asomó a esos puntos, y si a la cobranza, sobre la imagen y acciones de endeudamiento en el pasado sexenio.
Salazar dice tener mucho jale entre los chiapanecos, mientras en las redes sociales lo cuestionan y hasta insultan; no ha dicho buscar una senaduría o diputación, y por otro lado, se ignora porque se «suspendió» el proceso a que se refiere Madariaga.
Lo que sí es real es que como en éste, hay muchos casos similares sin concluir en otros estados del país, aun se hable por todos lados de justicia.

Matraz

A tan solo 120 días para que concluya el plazo para que las autoridades de las entidades federativas del país, tengan listo sus adecuaciones para implementar el Sistema Nacional Anticorrupción, sólo dos han cumplido: Chiapas y Nayarit.
Desde el inicio del gobierno de Manuel Velasco Coello se fijó como uno de los principales objetivos el empoderamiento ciudadano, la transparencia y la disciplina fiscal.
Claro que todavía falta mucho por hacer para romper con las inercias –de basta interpretación-, pero las bases implementadas parecen firmes, como firme es la voluntad del güero Velasco en combatir la corrupción.
Eso ya no quedará a su juicio y sí del llamado Semáforo Anticorrupción, del Instituto Mexicano para la Competitividad, que supervisa se cumplan con los objetivos, en tanto se vota por la creación de la Fiscalía Anticorrupción y el nombramiento del fiscal, que está en proceso en el senado.

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