Tubo de ensayo / Rene Delios

Obvia demostración de convocatoria ante sus posibles adversarios, con todas las irregularidades posibles que brotan por todos los medios existentes, el informe del senador Roberto Albores se registró éste fin de semana en la capital del estado, demostrando que esos modelos de concentraciones masivas son cuanto obsoletos como onerosos.
Demuestran con mucho los índices en que se pueden manipular aun los recursos federales –y a las personas- aunque en éste caso no hubo mención de recursos estatales, en ese afán de culpar hasta de los rezagos sociales de decenios a la presente administración, que peca de falta de comunicación.
El caso es que la sombra de la corrupción permeó éste sábado en ese informe en que por diversas rutas reporteros y particulares dieron cuenta del cómo se condicionaron programas de la Sedesol, concretamente el Prospera, a cambia de presencia de los beneficiados en el informe del senador Albores en el «Víctor Manuel Reyna» en Tuxtla Gutiérrez, y que es llamada la guarida del Jaguar, un equipo sin garra al que poco me refiero.
Sin embargo el hecho destaca por lo que significa, y que deja en la duda el cómo es tan fácil manipular a personas que desconocen el «hasta dónde de su compromiso a cambio del beneficio», por las tantas versiones reseñadas y que desde luego, el aparato del senador descalificó como versiones manipuladas por sus enemigos, aun la evidencia de lo irregular, que es la óptica de todos los que siguen a ciegas a sus candidatos, negándose a ver que son parte de la misma clase política que los hizo o prohijó.
Sino el cuerpo, son sombra de la corrupción.
Eso me envía a que leí que en el senado del que es parte Albores, no existen las condiciones ni consensos para designar en lo que resta de ese período legislativo al Fiscal Anticorrupción; esto dicho por el presidente de ese legislativo, el panista Pablo Escudero, quien planteó la necesidad de repensar, reconsiderar su designación.
O sea, conociendo las formas de demora en esas «altas tribunas» ¿La designación la van a dejar para la próxima legislatura?
Porque si no la sacan en éste año, menos en el 2018, que es año electoral federal.
Según esto hay preocupaciones porque el fiscal que se designe sólo cubrirá un período de entre 17 o 18 meses, tiempo en el cual deberá abrir una oficina, contratar personal capacitado en investigaciones y comenzar a tramitar expedientes y denuncias.
¿Y luego?
Se entiende que el fiscal se debe ir con el cambio de gobierno, algo que debió pensarse desde antes de la iniciativa misma, y que se viene a «descubrir» hasta ahora, en el sentido de que debe echar a andar una oficina que construya la estructura que operará la fiscalía y que organice al equipo humano.
Obvio esa fiscalía no cuenta con nada: no existe jurídicamente.
¿Y entonces qué hacer con cosas como las vistas en Chiapas éste fin de semana?
Propiamente me tropecé con los lineamientos de blindaje sobre éstos programas por parte de la Sedesol, pero son solo para periodos electorales y en Chiapas no hay comicios éste año. Lo que sí es que debe haber funcionarios federales adscritos en Chiapas al Prospera, que deben explicaciones, aunque no usaron recursos federales directamente, sí manipularon a las personas beneficiadas a cambio mantenerlas dentro del programa –y que no debió ser- pues constituye un presunto delito que se debe aclarar.

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