Tubo de ensayo / Rene Delios

Reportan normal el abasto de los combustibles en los 53 centros de distribución en Tuxtla Gutiérrez

La situación vivida en torno a la escasez de combustible, y el cierre de varias gasolineras deja en claro la vulnerabilidad en que queda la ciudadanía ante éste tipo de bloqueos.
Igual sucede con las perdidas en comercios que son quiebras y desde luego desempleo ya reportados en no pocas microempresas, en la de por sí depresiva situación económica que vive el estado, a falta de circulante y desde luego la lentitud de liquidación de la deuda gubernamental con empresas privadas.
La ciudad capital o tras de la entidad quedaron de rehén de un grupo minoritario que aun sus razones de protesta, no debería afectar a la ciudadanía de tal forma, en algo que se le cuestiona a la CNTE, cuya popularidad aun sus defensores en las redes, no levanta.
Ya se sabe de los argumentos: qué el gobierno es corrupto; que los funcionarios roban descaradamente. La verdad tanto el magisterio como la clase política no gozan de popularidad alguna; los primeros son sinónimo de arbitrariedades y los segundos de nulidad. Unos tienen a la educación en el sótano y los otros al país en la quiebra.
Ni por quien apostar y menos, darles la razón.
Los más somos los más afectados por éstas diferencias de observancia de la ley, porque los maestros de la CNTE dicen que los afecta y los del gobierno que es necesario saber en qué condiciones está la situación educativa en México.
La verdad está muy mal; un maestro promedio no lee dos libros que no sea el de su tronco común.
No leen nada sobre el vanguardismo pedagógico.
Hay un informe sobre La educación obligatoria en México 2016, que el Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación (INEE) entregó al Congreso de la Unión; ahí se describen los resultados de aprendizaje que logran los estudiantes de educación básica. De acuerdo a esto, los datos provienen de tres fuentes: las evaluaciones realizadas por este instituto en 2015 -Planea: Plan Nacional de Evaluación del Aprendizaje- y obviamente las realizadas en años anteriores -Excale: Exámenes para la Calidad y el Logro Educativos-, así como la que coordina la OCDE, que es la llamada PISA: Programa de Evaluación de Estudiantes Internacionales.
No nos va muy bien, en especial a Chiapas.
No da éste espacio para referir toda esa información, pero hay un especialista destacado: Eduardo Backhoff, que tiene muy buenos textos sobre el tema o, la señora Grafira Osorio Clark, en su columna Secreter, que amplían esa realidad de la educación en México y en el mundo.
No nos va bien en ellos, insisto.
Esa es la realidad de la educación más allá de las demandas laborales del magisterio chiapaneco, que en caso de resolver su problema, se regresan a sus aulas sin importar todo el perjuicio realizado a terceros. Y esos terceros somos los ciudadanos que como ellos, tenemos derecho al respeto de nuestros derechos.
Ya sé: el gobierno crea más problemas que beneficios con sus altos índices de corrupción, pero no se dan de manera tan directa como sucede con éstos bloqueos carreteros, pues los plantones de una u otra manera, se batean.
La discusión sería interminable con los que apoyan esas acciones pero hay algo claro: nadie habla –ni los revolucionarios en las redes- por los niños y niñas perjuidicados a grado sumo: a ellos no se refieren ni los dirigentes de la CNTE no el gobierno mismo.
¿Y luego?
Como que son lo de menos y no se vale: eso no es democrático y mucho menos profesional e institucional.

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