Utopia / Javier Figueroa

SIGUEN LAS INVASIONES EN CHIMALAPAS

Lo ocurrido durante la jornada electoral del 19 de julio en el municipio de Belisario Domínguez, en donde por enésima ocasión comuneros de la zona de los chimalapas, oaxaqueños para ser precisos, volvieron a irrumpir flagrantemente territorio chiapaneco, causando destrozos al edificio de la Presidencia Municipal. Y no solo eso, ahora se dieron el lujo de secuestrar y golpear a humildes familias, quienes ante la impotencia y el abandono en que se encuentran, optaron por abandonar todo, ante el temor de que regresaran y secuestraran a sus hijos. Así durante 20 largos días permanecieron en calidad de refugiados en el Ejido Rizo de Oro, quienes gracias a la solidaridad de los habitantes de este lugar, siempre recibieron ayuda consistente en alimentos, agua y enseres de limpieza y en algunas ocasiones con despensas que les envió el Gobierno del Estado a través de Protección Civil. Pero aquí la pregunta obligada que surge es ¿Hasta cuándo estas humildes familias seguirán siendo víctimas de los atropellos que cuantas veces se les viene en gana cometen los comuneros del vecino Estado de Oaxaca? ¿Hasta Cuándo Gabino Cué, seguirá permitiendo que se siga violentando el Estado de Derecho de los chiapanecos, cuyo único delito es vivir, o mejor dicho, sobrevivir, en la zona limítrofe entre Chiapas y Oaxaca?. Que esperan para sentarse ambos Gobiernos y poner punto final a esta pesadilla que se ha vivido durante muchas décadas, sin que nadie le quiera meter mano? Yo no quiero en lo particular estar despertándonos con la lamentable noticia, de que producto de un sangriento enfrentamiento, el saldo rojo fue de un sinnúmero de muertos. Por supuesto que nadie lo quiere. Esperamos pronto una solución definitiva a este conflicto, que para la inmensa mayoría es un disco rayado. Queremos solución para estas pobres familias, que no tienen por seguir pagando los platos rotos. A trabajar señores.

CASTIGO A VANDALOS…NADIE POR ENCIMA DE LA LEY

Los acontecimientos ocurridos el pasado jueves 13 a las 14 horas, en donde un grupo de habitantes provenientes del municipio de San Juan Chamula, luego de los resultados postelectorales, en donde el Verde desplazó al otrora Partido Revolucionario Institucional, arribaron a la capital chiapaneca y se dedicaron a cometer destrozos en el Edificio de Palacio de Gobierno, en el edificio recién remodelado, aún no estrenado, que dará albergue al Centro Estatal de Confianza, que mal dirige un tal Burgos, entre otros. La turba enardecida, cubiertos los rostros la mayoría con paliacates y armados con cohetones, machetes, marros, varillas y hachas, desafiaron a las corporaciones policiacas, que poco pudieron hacer para contener a estos ciudadanos chiapanecos, que sin medir las consecuencias y poniendo en peligro la vida de gente inocente, se dedicaron a destruir, a pretender saquear comercios, mientras que la policía lanzaba gas lacrimógeno, con el afán de dispersarlos, sin lograr su objetivo. Con razón o sin ella, la Procuraduría General de Justicia del Estado, que encabeza Raciel Salazar, deberá ejercitar acción penal en contra de quienes cometieron esta barbarie, para evitar que se sigan repitiendo hechos como los ocurridos el pasado jueves 13. No se puede tolerar, que en aras de un supuesto reclamo popular, se cometan este tipo de atropellos. Chiapas no está para bollos y por lo tanto se debe dejar asentado un precedente. Nadie puede estar por encima de la ley y se espera se ponga orden, para evitar que los capitalinos, los radicados en Tuxtla, se conviertan en pasto de los excesos de gente que a todas luces denotan estar siendo manipulados. Aquí quien brilló por su ausencia es nada menos que el «diablito» Albores Gleason, ya que no se ha visto que opere para evitar que sus huestes se salgan del huacal. Ya veremos y diremos.

MOVER A CHIAPAS…CUARTA FUERZA POLITICA

El ubicarse como la Cuarta fuerza Política en Chiapas, no fue tarea fácil. Sorprendente si, de que en tan solo 10 meses de haber sido creado, haya crecido de manera vertiginosa y haya logrado el triunfo en varios municipios de nuestra geografía chiapaneca. Me refiero al Partido MOVER A CHIAPAS. Acala, Emiliano Zapata, San Andrés Duraznal, El Bosque, Berriozabal, Villaflores, Acacoyagua, San Fernando y Mapastepec, son territorios morados. El caso Tapilula, es un tema que llama poderosamente la atención, ya que el recuento de votos el resultado quedó empatado a 1800 para el Verde y 1800 para Mover a Chiapas y conforme a derecho el Tribunal Electoral tendrá que resolver esta controversia inédita en la vida política del Estado. Ahora viene la etapa de renovación. Los cambios en los Comités Municipales, es el paso inmediato a seguir. Corregir errores. Cambiar lo que no funcionó. A los que se tiraron a la hamaca e hicieron la finta. En fin, todo este movimiento, que incluye cambios también en la Asociación Civil «Rosario Castellanos» y en la Fundación «Manuel Velasco Suárez». Por supuesto que Enoc deberá de regresar a dirigir los destinos del partido que él creó y darle vitalidad. Enoc tiene esa característica, ese sello que lo ubica como un líder nato, aunque muchos discrepen conmigo. Mover a Chiapas, seguirá siendo tema a tratar en los diferentes círculos sociales. Su crecimiento nadie habrá de pararlo. Y en el 2018, que a nadie le sorprenda, que este instituto político se convierta en la piedra en el zapato, entre el Verde y el PRI. Y sino al tiempo. HASTA EL SIGUIENTE COMENTARIO.

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