A Fuego Lento / Alberto Ramos Garcia

Mamar y dar topes

Iniciamos el 2016
Y si me permiten compartir con mis finos e inteligentes lectores, la primera columna política A Fuego Lento, y les deseo mucha Salud , Amor, y Mucho Dinero, en este Nuevo Año, pues, así, como somos buenos para beber el Santo trago, así seamos buenos para cumplir con nuestras obligaciones . Y el consejo es: Aprendí que es mejor no preocuparse demasiado, lo que llega es por algo y lo que se va también
Vamos al grano

Mamar y dar de topes

Como apasionado trabajador del periodismo, siempre he pensado que el origen de muchos de nuestros problemas como sociedad radican en la ausencia de una cultura de la legalidad.
Nos la pasamos quejándonos de lo grave que representa el fenómeno de la inseguridad pública y la incapacidad de los Gobiernos para resolverlo, pero no somos capaces de respetar en lo mínimo los ordenamientos legales que nos rigen como sociedad.
No le hacemos caso a la luz roja del semáforo y si nos atrapan sobornamos al agente de Tránsito para que nos perdone la infracción. Tiramos la basura en el lugar que se nos antoje, nos estacionamos en los cajones para discapacitados y pagamos «mordidas» para evitar cualquier trámite burocrático.
En suma, hacemos cualquier cosa que nos permita conseguir lo que queramos, con rapidez y a bajo costo, sin importarnos que con tal de lograrlo violemos la ley y de paso fomentemos la corrupción y la impunidad.
Luego, cuando un Gobierno se anima a aplicar la ley a rajatabla , los destinatarios pataleamos y lloriqueamos.
Un referente claro esa Iniciativa de Ley, que presentó el Diputado Presidente Eduardo Ramírez Aguilar: los diez años de prisión será la pena que reciba quien viole la ley estatal que prohíbe los bloqueos y boteos en Chiapas. »
Precisamente, ante la constante demanda ciudadana de poner freno a los bloqueos-boteos, que se han vuelto una constante en las carreteras, Eduardo Ramírez Aguilar, presidente de la Mesa directiva del Congreso del Estado, presentó una iniciativa para disminuir esta problemática.
De lo que se trata es de una reforma al artículo 375 del Código Penal del Estado de Chiapas, en donde se garantice la libertad de tránsito en cualquier punto dentro del territorio estatal.
Lo que se pretende, dijo Ramírez Aguilar, es agravar el delito de ataques a las vías de comunicación, en donde no se alcance la libertad bajo reserva de ley, de quienes comentan estos delitos.
«El bloqueo-boteo es una extorsión a todas luces, actos con los que la ciudadanía no está de acuerdo, toda vez que afecta a quienes realizan actividades comerciales, al turismo y a la sociedad en general que transita por las carreteras del estado», señaló.
Sin embargo –dijo- es importante precisar que esta medida, que surge como respuesta a la demanda social por la vía institucional, no trastocará la libertad de expresión y de manifestación que por derecho tienen los ciudadanos.
«No se trata de acallar a la gente, tienen el derecho libre de manifestarse, siempre y cuando no afecten a terceros», señaló.
La situación, amplió, es que se ha vuelto un modus operandi que no puede seguirse tolerando en estado, toda vez que el obstruir las vías públicas afecta el desarrollo, la economía, el turismo y la libertad de los chiapanecos.
Eduardo Ramírez dejó que claro que esta Legislatura tiene por objetivo garantizar el Estado de Derecho, de ahí la razón de esta iniciativa que permitirá disuadir a los infractores de la ley, que se aprovechan de causas sociales, para extorsionar a la población, a través del bloqueo-boteo.
Diez años de prisión será la pena que reciba quien viole la ley estatal que prohíbe los bloqueos y boteos en Chiapas. La iniciativa llegó rápidamente al congreso chiapaneco y de igual manera -fast track- se aprobó, bajo la excusa que «era a favor de los ciudadanos»..
Lo cierto, el gran problema que tenemos los chiapanecos: nos la pasamos clamando o exigiendo que se ponga freno a la delincuencia, a los constantes bloqueos a nivel estatal, pero no hacemos nada en nuestro ámbito personal para evitar los delitos. Queremos mamar y dar topes.
Pero eso sí: cuando el Congreso del Estado, como el del Chiapas, se anima a hacer valer la ley a «rajatabla» , pataleamos y acusamos a la autoridad de que solo quiere nuestro dinero.
Creo que es tiempo de que cada uno de nosotros hagamos conciencia de la situación. Si cada quien, en su ámbito personal y familiar, se preocupa por respetar la ley, cualquiera que sea, seguramente a la vuelta de pocos años, tendremos esa tranquilidad en las calles que tanto añoramos.
Siempre he sido un convencido de que la autoridad debe aplicar la ley a rajatabla. No a medias o en partes. La ley se cumple o no se cumple.
Si el espíritu de la ley es acabar con conductas que nos dañan como sociedad, la autoridad no debe ser timorata para aplicarla. Finalmente el ciudadano sabe perfectamente cuál será la consecuencia de violarla y el que no quiera pagar esa consecuencia lo único que debe hacer es evitar contradecir la prohibición.

¿No cree usted?

ASÍ ANDAN LAS COSAS

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