Al Son del texto / Tina Rodriguez

Foto: ilustrativa

Una serie de quejas ya recurrentes en la capital del estado, por el paro de la empresa Proactiva, que es la encargada de recolectar la basura que producimos en Tuxtla Gutiérrez. Esto ya ha pasado varias veces bajo el pretexto de falta de pago, sin importar la contaminación que esto implica, para una empresa que opera no solo en varias ciudades de México, sino también en varios países del continente.
Acá la conocemos como Proactiva, pero en realidad la que opera es su filial latinoamericana de servicios, a Veolia, su subsidiaria de equipamientos urbanos en México, pero también en Brasil, Chile, Perú y Colombia.
Uno de sus mayores operadores en el país fue Antonio Torres, un empresario español que recuerdo fue detenido en hasta cuatro ocasiones por Andrés Manuel López Obrador, entre 2005 y 2006, cuando gobernó la ciudad de México.
Es decir que no han sido pocas las diferencias y dificultades que esta empresa ha tenido con sus contratistas, y ahora por enésima vez, sucede en Tuxtla Gutiérrez, y en la fácil pues se le deja caer al alcalde, Fernando Castellanos, como muchas otras tantas cosas urbanas pendientes o latentes a falta de recursos que, desde luego y como a todos los municipios del estado, no le llegan a tiempo o no se lo entregan completo, y que desde luego y más en éstos tiempos electoreros, aprovechan los que no han simpatizado con él desde que asumió polémicamente la presidencia.
En lo general los tuxtlecos denuncian un hartazgo a la empresa Proactiva, que no solo da un mal servicio de recolección, sino que ha sido acusada de contaminación de predios colindantes a sus instalaciones, lo que pone en duda en que se trate de una empresa con fines ambientales como vente su participación.
Participación muy cara, pues sus servicios se incrementan desproporcionalmente al PIB año tras año, y desde luego y de acuerdo a las denuncias en las redes de siempre incumple con la recolección diaria, «dejando montañas de basura», como señalan los usuarios contaminando el ambiente y provocando focos de infección pues, la basura o la riega el viento o los animales callejeros.
Pero desde luego, los operadores locales de la empresa, saben de los tiempos políticos, de la irritación pública y provocan ésta situación que hace pensar en incumplimiento del ayuntamiento cuando, la incumplida es la empresa pues, siempre se le han liquidado las facturas.
Y en el caso de falta de pago ¿Por qué no tiene dinero el ayuntamiento de la capital del estado para liquidar la cuenta?
No es un asunto simple: en todos los municipios se quejan de la falta de recursos para el gasto operativo.
El caso es que nuevamente los tuxtlecos se ven afectados por las presiones de cobro de ésta empresa española y su filial que se han enriquecido en América cobrando cantidades millonarias brindando un pésimo servicio del que se han quejado no pocos grupos ambientalistas en Tuxtla Gutiérrez.

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