Al Son del texto / Tina Rodriguez

La realidad chiapaneca es de pobreza

Es difícil deslizar esa condición en miles de familias, mientras se realizan eventos que no empatan con las necesidades sociales.
En muchos municipios se realizaron carnavales cuando las necesidades en comunidades de los propios no mostraban esa expectativa, y existen decenas de cientos familias en condiciones lamentables.
¿Por qué mostrar esa situación de algarabía cuando se tiene que afrontar lo prioritario?
¿Exhibimos un escenario demagógico?
Chiapas es de las entidades que más presenta rezagos sociales, y desde luego las necesidades de esas circunstancias; el desplazamiento social y la ausencia institucional son más que reseñadas no solo en la vida cotidiana sino en la vida política.
La reciente caída de una alcaldesa caciquil muestra el cómo aún quedan rescoldo de oligarquías dañinas en esas etnias, y desde luego, los pendientes jurídicos y sociales como se manifiestan en Ixtapa y Tila.
Pero parece que no pasa nada y el acontecer institucional pareciera desvinculado al social, al mostrar avances no directos en la comuna urbana, que nada tiene que ver con el bienestar familiar, y sus demandas reales, sentidas, de bienestar a la familia, no merecen respuesta de la autoridad estatal.
Pero aparecen otros esquemas, como sucede con los empresarios manifestándose en el parque central de la capital del estado, y que cada vez se van integrando más a la exigencia del pago de sus servicios.
La sola ignorancia de ésta manifestación muestra que se requiere ser de comuna indígena para ser atendidos, y evitar así cuestionamientos.
Se habla de muchos millones en adeudos, pero también que muchos contratos también fueron anormales. Hay los otros, los acuerdos de palabras, como lo son compromisos con organizaciones y organismos de siempre apoyados por el gobierno.
No les llega el dinero, y se ahogan en sus carencias y compromisos internos que no pueden cubrir y genera dividendos y diferencias.
Hay mucha crisis de credibilidad y de entendimiento. Porque de siempre se ha sabido: no se puede gobernar sin recursos, pues como en las relaciones, sin dinero no hay avances en una relación, es la parte toral, para muchos, para muchas.
Pero no hay recursos suficientes en un Chiapas de siempre subsidiado.
Por eso crecen cada día los reclamos aprovechando la llegada Papal. ¿Y Al otro día de que se haya ido, qué?
Seguramente muchos seguirán gritando en la loma sin condiciones para presionar.

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