Analisis a Fondo / Francisco Gmez Maza

Aquí gana el que tiene más saliva

Ya puede la izquierda hablar y hablar «por los trabajadores»

Me pregunto que si a quién de los neoliberales le interesa lo que ganen los trabajadores. Me temo que a nadie. Ellos están plácidamente apoltronados en su lujuria y que a las mayorías de pobres se las lleve el demonio.
Para ellos es un asunto de capacidades, y de fortuna, aunque diga Gabriel García Márquez que detrás de toda fortuna siempre, al final, hay un burro muerto.
Así es esto del egoísmo humano. La clase política va a lo que le interesa. Al negocio de la política. Como los diputados que venden su voto para que las reformas estructurales «salgan».
No más que con la reforma laboral lo que más se ha logrado es agudizar las contradicciones. Antes del fin de las ideologías, podría haber dicho que eso era bueno porque impulsaba al cambio radical de la sociedad. Mentira. La sociedad es esclava de los grupos de poder, que detentan la riqueza y que tienen toda la saliva del mundo para tragar más pinole.
Así que, en estas condiciones todo deviene en faramalla, en simulación, como acostumbra decir mi colega Javier Ramírez, y la simulación tapa todo. Y abre las puertas de la sospecha del otro.
Mire por ejemplo, debaten el jefe de gobierno, Mancera, y el secretario del trabajo, Navarrete Prida. El funcionario peñista niega que haya habido «madruguete» en la decisión de «subir» el salario mínimo. El jefe de gobierno anuncia un plan de defensa a su propuesta de aumento a más de 86 pesos la jornada.
El jefe de gobierno capitalino anunció que buscará el apoyo de organizaciones sindicales para conformar un plan de acción en defensa del incremento al salario mínimo.
«De la reunión que tengamos con los sindicatos podrá derivarse un plan de acción, hay que platicar con ellos, vamos a estar platicando con muchos de los sindicatos y, además, con muchos de los economistas e intelectuales que están apoyando esta propuesta», dijo.
Pese a que para 2016 ya fue aprobado un incremento de 2.94 pesos, el jefe de gobierno del DF mantiene en su agenda una reunión con el secretario del Trabajo y Previsión Social, aunque la fecha aún no se define.
Tras las críticas sobre el aumento al salario mínimo para 2016, de 4.2% para llegar a 73.04 pesos diarios, Navarrete Prida dijo que Mancera Espinosa «genuinamente está comprometido con aumentar el ingreso de los trabajadores de México. He hablado con él, he visto su enorme convicción, lo vemos como un aliado».
Consideró que para llegar a la propuesta de más de 86 pesos, «la pregunta es: aumentar el salario mínimo así por ánimo, ¿quién lo va a poder pagar? ¿Lo va a poder pagar ese patrón? Qué es lo que haría frente a una situación en donde no le ha cambiado nada de su situación, si siguen ganando lo mismo hasta con dificultad. Entonces, ¿qué es lo que haría ese patrón?».
Destacó que en el análisis para fijar el salario mínimo para 2016 se tomó en cuenta la opinión de un órgano asesor creado en octubre de 2014, en el que participan universidades como la Na cional Autónoma de México (UNAM) y la Autónoma Metropolitana (UAM), así como el ITAM, el Coneval y el Inegi.
Sobre eso se determinó el 4.2%, que es superior al doble de la inflación que va a tener este año el país, sobre la que el Banco de México estimó 2% o menos, expuso el funcionario, quien mencionó que la recuperación del poder adquisitivo del salario mínimo en los últimos tres años es de 6%.
Sea lo que fuere, en este espacio estamos de acuerdo con el dirigente del PRD, Agustín Basave Benítez, quien propuso la desaparición de la comisión de salario mínm y que sea el Coneval o el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) los que asuman las funciones de revisar y establecer el incremento al minisalario cada año.
Vamos a ver que estos debates no se queden en las páginas de los diarios o en los medios electrónicos y digitales. La verdad es que no hay mucho en qué creer en estos tiempo.

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