Caminar las calles y recuperar la memoria que guarda el cuerpo

Aquí la segunda parte de mi experiencia con el proyecto Impronta de la artista Ámbar Luna Quintanar

Segunda de dos partes

Sandra de los Santos / Aquínoticias 

Nota uno. El pasado jueves 27 de octubre publiqué la primera parte de este trabajo. Lo pueden consultar AQUÍ.

Las experiencias hay que dejarlas reposar, verlas a través del tiempo, convertirlas conforme van pasando los días. Han pasado casi dos semanas desde que hice el recorrido en la calzada de las personas ilustres con la artista Ámbar Luna y hay algo en lo que no había caído en cuenta. Nunca más volveré a caminar igual ese espacio después de la experiencia, lo supe hace unos días cuando fui de nuevo a ese lugar.

Para seguir con este texto tiene que leer la primera parte (ir al enlace que está arriba). Vaya…lea. Que acá le espero.

¿Ya terminó? Prosigo entonces.

Tercera y última parada. El mapa

 Durante la última parte del recorrido, Ámbar nos dijo que podíamos escuchar música o lo que quisiéramos. Cuando camino, regularmente, lo hago con música o podcast; pero a veces no puedo porque me distrae y no me permite estar alerta a mí alrededor. Por ejemplo, nunca podría escuchar música mientras camino en el centro de Tuxtla o cuando ya oscureció.

En esta ocasión podía ponerme los audífonos sin problema, era de mañana y el lugar en teoría no es peligroso.

La canción que elegí para que me acompañara en la última parte del recorrido es la de «Amanece» de Triciclo Circus Band. «Solo tú puedes saciar mi soledad» oía mientras veía de lejos las ollas que guardaban la horchata y agua de coco, pensaba que el color de esos recipientes no han cambiado en décadas. «¿Serán las mismas ollas o la señora busca que siempre sea el mismo color y modelo?».

El tercer vídeo, que nos pidió Ámbar ver,  nos invitaba a hacer un mapa en el cual habláramos sobre nuestro recorrido. Soy muy mala dibujante, pero cuando me dicen «mapas» me emociono porque la cartografía como método de investigación tiene toda mi atención.

Mientras escribía veía en el mismo espacio una familia (la mayoría de ellas mujeres) que se tomaban fotos con una joven embarazada, que se notaba se vistió para la ocasión. En la otra acera de la misma calzada estaban unos policías vestidos de negro que estaban armados, que lejos de dar seguridad la sensación que daban es que algo podía salir mal en cualquier momento.

Además de mi intento de mapa hice un sinfín de anotaciones a los márgenes que son indescifrables, cualquiera podría pensar que son las coordenadas para encontrar el tesoro perdido de Tuxtla y que por eso no se alcanza a leer fácilmente; pero realmente es que hice comentarios sobre la experiencia.

La audioguía para caminar la ciudad

Me gusta caminar la ciudad, recorrer las calles, poder pensar mientras se avanza hacía un lugar o conversar con mis afectos en una banqueta o mientras llegamos a un punto; pero algo tan cotidiano se vuelve algo difícil en Tuxtla (seguramente otras ciudades tienen sus propias historias): el calor, el acoso callejero, la inseguridad en algunos puntos.

A pesar de esto, siempre valen la pena los ejercicios que se realizan por recuperar el espacio público, porque las mujeres nos apropiemos de nuestro cuerpo y el sitio que habitamos. La audioguía que preparan como parte del proyecto de Impronta es un paso hacia delante en ese camino que queremos seguir andando.

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