Comentando la noticia / Alfonso Carbonell Chavez

La fiesta grande de ¡Tuxtla Gutiérrez!

Pitos y tambores acompañaban las vestimentas multicolores de hombres y mujeres de Chiapa de Corzo que ayer, en solidaridad a la lucha magisterial, desfilaron por la avenida central de Tuxtla Gutiérrez, quienes al grito trocado del original «¡viva san Sebastián!» ahora se escuchaba «¡viva el magisterio!» y al son de una marimba que se desplazaba en una camioneta precisamente al ritmo que la misma marcha imponía, las chiapanecas sonaban y las mujeres vestidas de lo mismo, bailaban contagiando a las y los maestros de su alegría como inyección al ánimo y a la esperanza de que en esta lucha no están solos. No sé cuántos miles marcharon ayer pero habrá que consignar que a los combativos chiapacorceños otros tantos miles de tuxtlecos como ya se está volviendo cotidiano, también salieron a marchar y arengar con su voz, sus mantas y pancartas su apoyo a este cuerpo social imprescindible que son las y los maestros. No trato de realizar una nota de color ni nada de eso. Es más yo no participe ni los acompañé en su transcurso, empero sí me los tope a la altura del 5 de mayo cuando venía de mi consulta médica del Issste, por cierto ¡qué jodido está! Y déjeme le comente que, a no ser por la calidad y calidez de las enfermeras y mi doctorcito, en las instalaciones de consulta médica situado en la 9ª sur frente al hospital del propio Issste, uta las goteras por doquier, el servicio de sanitarios recién habilitados ni la puerta cierra ya. Y si de medicamentos hablamos la situación, ante el desabasto, se vuelve caótica. ¡Ah eso sí! ahora que entre en vigencia la universalidad del servicio médico, usted podrá escoger si va al Issste o al Imss; o al Isstech o al «Gómez Maza» o cualquier otro servicio de salud. Ahora de ahí a que lo atiendan mejor o más rápido; ah pos bueno ahí sí que quién sabe. Si hoy por hoy las deficiencias en todas estas instituciones federales, estatales e incluso las municipales de salud son harto deficientes y siempre bajo el sospechosismo de corrupción y negligencia, bueno pues vaya usted apartando su sarcófago, perdón sus citas con tiempo porque también si usted padeciera una enfermedad de esas consideradas crónico degenerativas como diabetes, hipertensión o cáncer, pues a ver cómo le hace porque la atención, tratamiento y medicación correrá a cuenta del propio enfermo y su familia que es peor.
En qué me quedé; ¡ah sí les comentaba!, que ayer Tuxtla se vistió de fiesta que pese al chubasco, no apagó los incendiados ánimos de los marchistas ni mucho menos el motivo que ayer los hizo danzar como el mejor día de San Sebastián. Mejor aún, la lluvia sirvió para mitigar la sed de apoyo a la causa al tiempo de refrescar las ideas; quizá hasta de limpiar el alma de rencores apaciguando los ánimos de violencia. No entraré aunque sea menester, en mencionar los actos vandálicos que al compás de sus protestas, grupos de otras siglas con otras causas pero que so pretexto insisto de acompañarlos en su lucha, cometen delitos como los que se han vendido dando en Comitán y aquí mismo en Tuxtla o como hace apenas unos días en Palenque. Por ello mismo se hace importante que como ayer, el magisterio afine sus estrategias de lucha y por supuesto de organización para evitar que grupos «infiltrados» como ellos los llaman, cometan, en su nombre y ahí está «la pedo» dijo el de Chenalhó, y entonces los mecanismos institucionales de represión primero y posterior desacreditación del movimiento en los medios de comunicación nacionales incluso internacionales, haga que el gobierno tenga pretextos sobrados e incluso aplaudidos por ciertos sectores de la sociedad nacional y por supuesto local, de sacar a las calles las «polecías» para contenerlos, golpearlos, lastimarlos y meterlos a la cárcel. Porque la ley, eso sí y es justo establecerlo, es para todos y se tiene que aplicar por igual. Es decir, un supositorio (je); si yo tengo hambre y no tengo trabajo, mi justificación para robar podría esgrimir, es que lo hago para darle de comer a mi familia. Sí resultaría desgarrador el escenario e incluso se podría invocar incluso, de que los funcionarios roban, pero ello no justifica que yo le quite a otros lo suyo o que incluso si lo llegara a lastimar o peor aún ¡matar!, también entre en el cálculo de mi inconformidad. Espero me haga entender, porque he ahí el quid del asunto de lo que está pasando y lo que se está viviendo y provocando. Y muy posiblemente lo que esté por pasar. No se equivoquen.
Ya muchas voces se han levantado y no solo aquí en Chiapas sobre la necesidad de establecer una mesa de diálogo entre el magisterio y el gobierno federal. Ya lo han planteado diputados locales en voz del presidente del congreso Eduardo Ramírez Aguilar, lanzando un exhorto a la secretaria de Educación Pública del sargento «Ñoño» para sentarse con el magisterio chiapaneco argumentando que, no se puede querer medir con el mismo rasero a los desiguales, palabras más palabras menos. Y sí, también el gobernador Manuel Velasco lo ha planteado ya, pero en un discurso contradictorio plagado de mentiras piadosas y verdades a medias que no aportan con claridad y rigor a vías ciertas de solución. Gatopardismo puro. Pero está bien, porque como ésta posición asumida, aunque de dientes pa» fuera, como sea se pueden a empezar a construir puentes de entendimiento. Y así voces de políticos que solo quieren aprovechar la coyuntura que el conflicto les plantea para hacerse promoción y salir en la foto, pero bueno mi punto y lo he compartido aquí mismo, es que está bien. Lo que sí deben de entender nuestra clase política y la clase gobernante, que no es en el discurso fácil ni en las buenas intenciones como este conflicto magisterial originado por la reforma educativa, encontrará visos de construir escenarios de distención y acuerdos. Que para las y los chiapanecos y para Chiapas mismo como estado libre y soberano, en su pronta solución nos va, sin exagerar ¡la vida misma! Porque citando una frase que no recuerdo su autoría pero que sería lo de menos sobre de que esto ¡esto no lo para nadie!

Ya de salida

Y la lluvia paro… pero no los cánticos acompañados de tambor y pito; ¡No la esperanza renovada de un pueblo cansado y harto de tanta mentira y de tanta traición! Las calles de Tuxtla ayer, se vieron inundadas de color y olor a esperanzas. Sí esperanzas renovadas que no vienen de un programa asistencial ni de despensas; ni de desprecio ni engaños de la pútrida clase política, cuyas excepciones solo servirían para confirmar la regla. ¡Viva Chiapa de Corzo! ¡Viva el magisterio! ¡Muera el mal gobierno! Eran los gritos repetidos durante la fiesta y algarabía de bellas portadoras del traje de chiapaneca y de Parachicos que ataviados a la usanza, ahora también como guerreros enfundados en sus trajes, reclamaban para Chiapas «otro uno» ¡Ya basta! pero ahora no con la razón de la fuerza sino con ¡la fuerza de la razón! Ayer se vivió aquí ¡la fiesta grande de Tuxtla Gutiérrez!…// ¡Me queda claro! ¡Viva Chiapas! Buen fin de semana. Salu2.

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