Desde mi Trinchera / Diego Victorio

El Virrey de Chocolate (Primera de Tres Partes)

[dropcap]R[/dropcap]ecuerdo bien cuando mañosamente, Samuel Chacón Morales, exhibía en los medios de comunicación los famosos cinco pesos con veinticinco centavos que según él, había recibido de la administración municipal de Heriberto Mendoza López, y digo mañosamente porque nunca dio a conocer a la opinión pública los fondos federales y estatales que Heriberto le había dejado para concluir las obras que quedaron en ejecución.
Es más, el gobierno de Mendoza López, había dejado etiquetado, entre otros recursos, parte del aguinaldo proporcional de los empleados de la comuna, dinero que Samuel Chacón, jineteó y escamoteó a sus anchas, al grado de que en contubernio con la empresa Banorte, canceló y desapareció las cuentas bancarias donde habían sido depositados los recursos, haciéndole daño a la humilde clase trabajadora que no pudo percibir ese sueldo.
Así de sátrapa y perverso empezaba su des-gobierno, Samuel, nadie se imaginaba que había dado inicio la peor administración de la historia de Tapachula, en donde se violaron los derechos humanos de la base trabajadora, hubo persecución a actores políticos, líderes, empresarios, periodistas. Y lo peor, hubo un manoseo histórico de los recursos públicos, manipulación descarada de los impuestos de los tapachultecos.
A tres años de haber iniciado la nefasta historia chaconista, hoy sus propios regidores y hasta miembros de su gabinete acusan a éste y a su marioneta, léase Venerando Díaz de desvíos de fondos federales, enriquecimiento ilícito, abuso de poder, nepotismo, despotismo, y otra serie de actos anómalos perpetrados al patrimonio de Tapachula.
Las acusaciones no son invenciones nuestras, sino de su propia gente de «confianza», que valiéndole la lealtad de ellos hacia él, este tipo de marras los traicionó.
¿Si usted amable lector quita las calles que el gobernador realizó en Tapachula, pero que astutamente Chacón Morales se agenció, que otra obra recuerda del gobierno chaconista? Simple y claro: ninguna. Más que la fuente de la ignominia, bautizada por los tapachultecos como la Crayola y, donde se gastaron más de 20 millones de pesos.
Los recuerdos que se le saltarán a la memoria a los tapachultecos del hoy ex edil (pero con fuero), seguramente no serán sus magnas obras como la fuente Atzácua o los camellones adornados con piedritas (donde también hubo actos de corrupción en la compra de pastos y flores de ornato), sino todos los actos de podredumbre, que son un sinfín, como el jugoso negocio que hizo con la basura, la contratación de camiones de carga para la recolección de desechos sólidos, y la presunta coparticipación con empresarios en la construcción de la sospechosa obra llamada Ejes Centrales, entre muchos otros.
Por su mesianismo y egolatría, (que lo llevó a actuar como un enfermizo de poder), Samuel se encerró en un círculo virtuoso donde no escuchaba propuestas, y mucho menos criticas, aspectos que fueron cavando su tumba y orillándolo a tomar puras malas decisiones.
Se olvidó de la rehabilitación de los servicios públicos, de la seguridad, del turismo, de la salud y de otros temas torales en el desarrollo de cualquier ciudad.
Los dos años y dos meses que des-gobernó la ciudad, Chacón fue presa de sus auto elogios y de su intolerancia a la crítica de la cual era netamente susceptible y por lo que pasará a la historia como el más grande persecutor de periodistas, de internautas y hasta de empresarios que alzaban la voz ante tanta ingobernabilidad.
Llegó a tanto su intransigencia que el hoy diputado federal se hizo de un equipo de hombres y mujeres a quienes pagaba muy bien para crear un ejército de «Troles» (cuentas falsas de Facebook y Twitter), que se dedicaran, específicamente a denostar y calumniar a los críticos de su gobierno.
Calumnió y difamó a periodistas como Carlos Z. Cadena, de El Orbe; Ramón García Cardona, de Cuarto Poder; Rosalino Ortiz Anleu, de Grafico Sur. Pero su furia convulsa no solo causaba un menoscabo entre periodistas, sino también le daba por atacar a internautas como Efraín Cortéz Valencia, un duro crítico de su mal desempeño como funcionario público.
O bien la espada de los ataques también viraba hacia empresarios como Abelino Becerra Gómez, (a quién intentó cerrarle su negocio de carnitas), Miguel Reyes del Pino, Elmer Aquiahuatl, entre otros.
La soberbia desmedida, combinada con un dejo de rencor que lo aprisionó y lo dejó maltrecho, hizo que también persiguiera a regidores y actores políticos, que se cambiara de partido, y que heredará una de las peores crisis financieras en Tapachula. Continuará…

Comentarios Atrincherados

*** Ayer Neftalí del Toro Guzmán, presentó a su equipo de transición, quienes a partir de hoy empezarán a recibir la putrefacción que le heredará Venerando Díaz y Samuel Chacón Morales.
Sabedor de todo el desmadre que recibirá, ayer Neftalí del Toro, fue enfático con su equipo de transición y los conminó a revisar hasta el último número de cada secretaría, pues ellos serán los ojos de los ciudadanos.
En ese sentido, Toro, dijo que si hay desvío de recursos o alguna otra anomalía se le fincará responsabilidades a los culpables, toda vez que no se ocultará el estado que guardan las finanzas de la actual administración.
Dijo, tajantemente, «no seré cómplice de nadie». El que entendió, entendió.
*** Ayer ante la presencia de sectores y en un recinto remodelado por su gobierno, el edil de Cacahoatán, Uriel Pérez Gómez, rindió su tercer informe de gobierno, un discurso de realidades y de hechos que le han cambiado el rostro a la Villa de las Hortensias.
En el Salón Presidentes, Pérez Gómez, detalló que fue en su gobierno donde se le dio una rehabilitación completa a las calles, se edificó la Unidad de Rehabilitación, un moderno Polideportivo, además de construye la primera Terminal Multimodal. En hora buena HASTA PRONTO, ENVÍA TUS COMENTARIOS AL CORREOadiego101@hotmail.com

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