La inminente legalización de la marihuana en México
Con la decisión histórica de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) que este miércoles concedió por mayoría de votos el amparo promovido por cuatro personas para permitir el cultivo y consumo personal (como uso lúdico) de la marihuana, México ha abierto las puertas para la legalización inminente de esta droga.
En su mayoría, los ministros se pronunciaron a favor del dictamen de Arturo Zaldívar que amparó a cuatro personas a fin de que la Comisión Federal para la Protección de Riesgos Sanitarios (Cofepris) les conceda el permiso para producir y consumir la hierba.
La sentencia declara la inconstitucionalidad de los artículos 235, 237, 245, 247 y 248 de la Ley General de Salud, en las porciones que establecen una prohibición para que la Secretaría de Salud emita autorizaciones para la realización de los actos relacionados con el consumo personal con fines recreativos (sembrar, cultivar, cosechar, preparar, poseer, transportar).
Es importante dejar en claro que la resolución «en ningún caso supone la autorización para realizar actos de comercio, suministro o cualquier otro que se refiere a la enajenación y/o distribución de las sustancias aludidas». Tampoco tiene implicaciones generales, por lo que hasta el momento sólo tiene efecto para las cuatro personas que promovieron el amparo.
Sin embargo, lo sucedido este miércoles en la SCJN tiene alcances que van más allá del simple amparo otorgado. El precedente jurídico prácticamente abre y facilita las vías legales para la interposición de nuevos amparos similares y la inminente dictaminación de jurisprudencia al respecto.
Para ponerlo en términos simples, con el amparo otorgado ayer, desde ahora la SCJN está obligada a resolver de la misma manera en los amparos similares subsecuentes, por lo que se construye el camino inevitable a un resolutivo general sobre el tema que termine aprobando el mismo derecho sobre el cultivo, portación y consumo de marihuana para todo los mexicanos por igual.
Y es que, la legalización de la marihuana no sólo tiene sustento político en los simples términos del consumo. Se trata, por mucho, de un asunto de seguridad y salud publica dentro de un contexto internacional que está dejando a México en una situación comprometedora.
El vecino país del Norte vive una ola de cambios en la opinión pública que ha logrado que diversos estados de la Unión se sumen a una legalización del consumo de marihuana. En total suman 20 entidades que ya permiten su uso cuando menos para fines medicinales. De todos ellos destaca Colorado, que desde el 1 de enero de este año liberó y reguló su venta para fines recreativos.
En México, de acuerdo la Encuesta Nacional de Adicciones 2011 en lo que se refiere a drogas ilícitas, la marihuana sigue siendo la de mayor consumo con un porcentaje de 80 por ciento del total de drogas. Se han concretado avances en el control del consumo, pero que a nivel legal siguen siendo insignificantes.
Según la publicación Forbes, «el peligro de esto y del que nadie habla, es que mientras la marihuana se vaya abaratando más y más en Estados Unidos con la legalización total –que seguirá expandiéndose- la prohibición en México y su consecuente encarecimiento hará más rentable para los narcotraficantes que la droga se venda ahora en territorio nacional».
Por eso no debe sorprender que hoy la SCJN esté dando pasos tan importantes como los de este miércoles. No debe escandalizar las implicaciones que seguramente tendrá un amparo como el otorgado el día de ayer. Porque más allá de las posturas estrictamente personales, el consumo de la marihuana es un tema de exige ser abordado con la seriedad que merece.
