Galimatias / Ernesto Gmez Panana

Telescopio electoral

En la semana que concluye, la prensa internacional dio cuenta de la puesta en funcionamiento del telescopio James Webb, el de mayor capacidad en toda la historia de la humanidad. Gracias a él, podemos ver «instantáneas» de estrellas y planetas que, dadas esas distancias cuasi infinitas y para quien escribe ininteligibles, cuando nos llegan ya son pasado, tales estrellas han muerto. Más allá del cliché, es innegable que es un paso colosal en la historia de la humanidad.

La tragedia es que, a la par de epopeyas de semejante magnitud, quienes vivimos en La Tierra – así, con mayúsculas- somos incapaces de resolver, ya no digamos prever e impedir, problemas como la escasez de agua en Nuevo León, el asesinato de Debahni o la singular sucesión presidencial del 2024 en México. De esto último -como resulta predecible a mis tres lectores- es de lo que argumento este domingo:

Hoy, Morena es la principal fuerza política en todo México y el fin de su hegemonía no se alcanza a identificar en el horizonte. El presidente es el líder moral de la organización y esta a su vez tiene un presidente, un consejo -su máximo órgano de gobierno y decisión- y una normatividad, estatutos y reglamento -en épocas demodé había incluso algo llamado «Declaración de Principios».

En resumen, todo un elaborado aparato para orientar programas y visiones y además, para elegir candidatos.

Y vuelvo al telescopio, si me permite mi generosa tercia de lectores: creo en la ciencia, en la física y la astronomía y si, también creo en la política en el más profundo sentido platónico, creo que ella es útil para construir un mundo mejor y más justo, valiéndonos religiosamente de los mecanismos que la ciencia determina.

Creo que no hace falta que el presidente elija un sucesor, creo que ni figurativamente ni mucho menos explícitamente cabe la mera insinuación de que será AMLO el «gran elector».

Desde mi ignorancia, me reconozco y me asumo un «naive»: Antes muy por el contrario, creo que nuestra actual presidente luchó contra eso que entonces llamábamos «dedazo» como parte de aquello que era necesario demoler.

Creo que quien quiera que sea el candidato presidencial de Morena, deberá ser electo por mecanismos colectivos, transparentes y honestos, porque no es el poder a costa de lo que sea ni tampoco el poder para después decir para qué. Para eso ya tuvimos a Peña, a Videgaray o a Fox. De lo que se trata es de fortalecer y hacer mejores nuestras instituciones. Eso es hacer política con técnica y rigor, con ciencia y verdadera conciencia. Cuidado de no terminar siendo aquello que tanta sangre costo hacer a un lado.

Oximoronas 1. Biden anciano y con poco espacio para la reelección. A Trump solo puede detenérsele con una condena judicial que le impida ser candidato, o con Michelle Obama enfrente. Acontecimientos impactantes que nos tocará atestiguar.

Oximoronas 2. Mediados del 2022, una nueva era política en México y en Chiapas; hago el recuento y casi dos docenas de políticos chiapanecos levantan la mano y mueven el rabo en pos de la candidatura a gobernador por el partido en el poder. Que cualquiera que aspire a gobernador del estado explique sus planes poquito más allá de la retórica, la demagogia o peor aún, la burda mercadotecnia electoral. Chiapas y sus carencias demandan mucho más que aspirantes de TikTok. Dos cuartillas por favor.

Oximoronas 3. La columna de este domingo va patrocinada por «Elixir Don Luis», secreto para una larga vida y un sitio garantizado en el infierno, porque siempre habrán de pesar más los desaciertos que las cosas buenas y en su caso, ciertamente la sangre tiñe de rojo cualquier acierto.

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