La crnica de una vacuna esperada

Yo únicamente iba a preguntar si tenían vacunas disponibles para mayores de 18 años de edad, y cuando vi ya tenía una aguja en mi brazo izquierdo; ni siquiera tardé 5 minutos. Les cuento mi vivencia en la Costa

Lucero Natarén / Aquínoticias

Desde que anunciaron la vacunación contra COVID-19 para el sector poblacional de mayores de 18 años de edad, mi hermana y yo comenzamos a hacer planes. Sin embargo, debido a que ella sufre de hipertensión y de un tiempo para acá no tolera ningún medicamento distinto, sus médicos le indicaron que si se vacunaba podría haber complicaciones fuertes. Los planes cambiaron y el desánimo llegó.

Hace tres días mi hermana me llamó y me comentó que su jefa le había dicho que se vacunara, pues como trabaja en una farmacia, debía protegerse y salvaguardar la vida de los demás. Le agregó que si se vacunaba le enviaría un médico para monitorear sus reacciones y cuidar que nada malo le pasara.

Este 5 de agosto en Cabeza de Toro, municipio de Tonalá, un poblado cercano a donde vivimos llegaron nuevas vacunas para las personas mayores de 18 años de edad (también segundas dosis de Astrazeneca, para los mayores de 40 años), mi hermana y yo pudimos vacunarnos y mis padres recibieron su segunda dosis. No pude ir con ella, tuve una mala noche y me era imposible acompañarla. Mi mamá regresó a casa y contrario a las largas filas que hay en otras comunidades de la entidad, me contó que no había mucha gente vacunándose en ese módulo, que ellos no tardaron ni media hora en pasar, me animó, eran las 2 de la tarde, podía intentar acercarme al módulo y preguntar si aún tenían vacunas disponibles.

Le pregunté a mi hermano si podía acompañarme, me dijo que sí, que me llevaría en la moto. Debo confesar que el trayecto se me hizo eterno, como dice una canción que adapté: «cruce montes, ríos y mares, por irme a vacunar.» Al llegar al módulo me acerqué a la puerta para preguntarle a un «Servidor de la Nación» sobre la disponibilidad de las vacunas, antes de que pudiera preguntar nada ya me estaba diciendo de manera amable: diríjase a las mesas que están al fondo, presente su expediente de vacunación. Me dirigí hacia allá, el domo lucía algo vacío, no había nadie sentado esperando vacunarse, todos pasaban directo, pero si había personas en la sala cumpliendo sus 25 minutos sentados para ver reacciones.

Al presentar mi expediente me enviaron a otra mesa, donde estaban unas enfermeras, ellas me dijeron que me acercara a un par de enfermeros que estaban aplicando las vacunas. Me descubrí el brazo izquierdo y cuando sentí ya me habían aplicado el inmunológico, ni siquiera me dio tiempo de tomarme la foto del recuerdo. El enfermero muy amable me indicó que si sentía dolor de brazo podía tomar una pastilla de paracetamol, a lo que sólo sonreí, también me preguntó que si tomaba alcohol, lo vi fijamente a los ojos, y callé, me dijo: si toma alcohol, espere por lo menos 72 horas, o de ser posible 15 días. Volví a sonreír.

En resumidas cuentas, todo esto que les cuento pasó en menos de 5 minutos. Me sentí muy bien, al terminar la charla con el enfermero me senté en la sala a esperar que me diera alguna reacción, pero lo único que conseguí fue pensar que debía contar mi experiencia de la vacuna, quería contarles emocionada que ya soy parte de esa población que deseamos este panorama desolador y de enfermedad termine, que no bajaré la guardia y seguiré con las medidas sanitarias para volver a una normalidad que desde hace más de un 1 año cinco meses comenzó.

Son las 3:30 de la tarde, es jueves. Le marcamos a mi hermana y dijo que está bien, que el médico la ha monitoreado y que su presión está un poquito elevada, pero que se siente bien y que descansará, ella es parte de ese grupo de personas privilegiadas; todas las personas que sufren de hipertensión, pero que desean vacunarse y que lo hicieron, deberían contar con un médico que monitoree su salud por lo menos 24 horas. Espero todo siga como hasta ahora, tranquilo. Yo culminaré esta crónica. Ya posteé mi foto, espero que quienes tienen la oportunidad de vacunarse lo hagan, por lo que se fueron, por los que están y por los que llegarán. Todas y todos quienes han trabajado para llevar la vacuna a Chiapas han hecho un gran trabajo.

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