Parteras de Chiapas atienden a mas mujeres durante pandemia

Reportaron que entre 217 parteras han atendido más de mil 397 partos durante lo que ha durado la pandemia. En estos casos no se ha registrado ninguna muerte materna

Angélica Jocelyn Soto Espinosa / Cimac Noticias 

Ciudad de México. En lo que va de 10 meses de pandemia por COVID-19, 217 parteras en Chiapas atendieron más de mil 397 partos, todos ellos sin ninguna muerte materna, informó el movimiento de parteras en Chiapas Nich Ixim.

Integrado por más de 600 parteras indígenas y no indígenas de 30 municipios de Chiapas, Nich Ixim (Flor de maíz) declaró en conferencia de prensa este 11 de diciembre que durante los meses de distanciamiento social por COVID-19 registraron un aumento en las atenciones que brindan a embarazadas.

Reportaron que entre 217 parteras han atendido más de mil 397 partos durante lo que ha durado la pandemia. En estos casos no se ha registrado ninguna muerte materna. Tan sólo una partera del municipio de Nejapa atendió de enero a noviembre de este año 298 partos de mujeres de distintos municipios cuando antes de la pandemia sólo atendía a las de su localidad. Para ella, el principal problema fue la dificultad para trasladar a mujeres con complicaciones durante el parto.

Las parteras denunciaron que en los momentos más fuertes de la pandemia en Chiapas, que hoy está en semáforo verde por el bajo número de contagios, muchos de los servicios de salud en las comunidades se cerraron. Los pocos centros de salud que quedaron abiertos no tenían medicamentos, métodos anticonceptivos, vacunas ni personal de salud.

A esto se sumó que las instituciones públicas de salud no supieron informar bien sobre la pandemia lo que derivó en que se generaran rumores y miedo entre las comunidades. Esto fue uno de los factores por lo que más mujeres decidieron buscar a las parteras para atender sus embarazos, pero también para atender enfermedades y hasta COVID-19.

Durante estos meses, denunció el movimiento, las parteras tuvieron que conseguir bajo sus propios medios el material de protección contra la nueva epidemia, lo que derivó en que algunas enfermaran de COVID. Un ejemplo fue una partera de Frontera Comalapa que se contagió cuando una mujer a punto de parir pidió su apoyo porque fue rechazada en un hospital. Pese a los síntomas de COVID-19 que mostró la embarazada, la partera decidió atenderla porque era urgente. La partera estuvo enferma varios días y aún está débil.

«El caso de esta compañera muestra el compromiso y responsabilidad de las parteras. Nosotras nos hicimos cargo de la salud de las comunidades (…) afirmamos que nuestro trabajo evita la muerte materna», señaló el movimiento.

Sin embargo, y a pesar de su trabajo, denunciaron que en muchas zonas el personal de salud les siguió prohibiendo atender partos y a las familias que atendieron les negaron el certificado de nacimiento y rechazaron las constancias de alumbramiento que firmaron.

Frente a ello, se organizaron para gestionar 200 equipos de atención de partos que se repartieron a más de 900 parteras de 32 municipios de Chiapas. Las representantes de algunos grupos pudieron negociar a nivel local mejoras para su trabajo y que la constancia de su trabajo fuera aceptada en las oficinas del registro civil y los centros de salud.

También hicieron llegar una carta al Subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López Gatell Ramírez, la cual nunca fue atendida.

A pesar de las reuniones y comunicados que mantuvieron con autoridades de los tres niveles de gobierno, las principales demandas de las parteras siguen sin cumplirse, por lo que este diciembre, a 10 meses de haber iniciado la pandemia en México, exigieron que se les permita ejercer la partería de forma libre y desde su cosmovisión sin que se les condicione o amenace; que se respete el derecho de las mujeres a decidir dónde quieren parir; y una nueva forma de vinculación con el sector salud basada en el respeto y la no subordinación.

Las parteras también pidieron, entre otras cosas, que el sector salud atienda a las embarazadas en forma oportuna y no violenta y que se cumpla el convenio de salud sobre emergencia obstétrica para que ninguna sea rechazada; también exigieron materiales de protección contra la COVID-19 para todas las parteras; que la constancia de alumbramiento del movimiento sea reconocida en todo Chiapas y que no se niegue ninguna certificación para las y los nacidos con parteras.

El movimiento aseguró que aunque Chiapas se haya convertido en la segunda entidad en pasar a semáforo verde por el bajo número de contagios, las parteras se mantienen en semáforo rojo porque las mujeres les siguen solicitando sus atenciones.

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