Tio Chamoy, genio y figura en Puerto Arista

Foto: Lucero Natarén

Desde hace 20 años don Marcos Hernández Cruz, «Chamoy», es quien pone el sabor y color con sus raspados a las visitas de los turistas que llegan a esta playa turula

Lucero Natarén / Aquínoticias

Marcos Hernández Cruz es originario La Ribera, Cintalapa, Chiapas, pero desde hace 20 años llegó junto a su familia a radicar a Puerto Arista, municipio de Tonalá. Desde su llegada a esta playa turula se le ha conocido por darle sabor y color con sus raspados a las visitas de los turistas, se le conoce bajo el pseudónimo «Tío Chamoy».

Don Marcos arribó a las tierras de Tonalá con la idea de sacar adelante a su familia, dedicándose a lo que le gusta, trabajo que inició desde su tierra natal. Con un poco de empirismo, pero más aún con creatividad e ingenio hizo sus propias versiones de los sabores y combinaciones de estas frías golosinas que le han ayudado a ganar un espacio en el gusto de los comensales, naciendo así Raspados «Los Chamoyadas», al estilo Puerto Arista.

Sus combinaciones lo han convertido en genio y figura de estas tierras, ya que pese a que sus creaciones comparten nombres con los raspados que se sirven en otros lugares, no tienen el mismo sabor, la misma sazón. A la piña colada hay quienes le ponen nance, y no debe llevar, «la piña colada debe llevar su crema de coco, su lechera, su clavel, y si se le quiere poner un «alipus» (bebida alcohólica), también», cuenta Tío Chamoy, haciendo referencia a la Bartola, canción de Chava Flores, popularizada por el «inmortal» Pedro Infante.

Foto: Lucero Natarén

Esta fama ha hecho que foráneos tengan curiosidad por su producto; quienes lo prueban quedan encantados, siendo su especialidad la llamada Media Crema.

Tal como si se tratara de un investigador, tío Chamoy siempre da rienda suelta a su imaginación buscando crear nuevas especialidades de raspados. «Preparo las combinaciones, si me gustan los saco a la venta».

Foto: Lucero Natarén

A tío Chamoy se le ve cada día desde las 10 de la mañana surcar en su motocicleta las arenas de la playa de Puerto Arista y Playa del Sol, siempre y cuando el mar se lo permita, de lo contrario, viaja a través de la carretera para ofrecer sus productos a quienes gustan de refrescar y endulzar su día.

Sin embargo, para llegar a este punto de fama tuvo que luchar; cuando recién llegó a Puerto Arista llevaba jalando su carrito, esfuerzo que terminó dañándole los ligamentos de la rodilla, razón por la que por tres o cuatro años dejó de realizar su labor, escenario que cambió cuando le fue posible comprar su vehículo motorizado.

Por cierto, sus hijas e hijos son su legado, puesto que también se dedican a la elaboración de raspados, incluso sus nietas y nietos comienzan a entender y amar este arte. A este negocio familiar se le conoce actualmente como Raspados Los Chamoyadas, pues a cada integrante varón de la familia les llaman Chamoy y cariñosamente a la nieta como Chamoyadita, en honor a Don Marcos.

Si usted no ha probado estas creaciones, no lo dude, no se va a arrepentir y será una razón más para volver a las cálidas playas de Tonalá, Chiapas.

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