Tubo de ensayo / Rene Delios

Eduardo Ramírez Aguilar es visto por la mayoría solo como el presidente de la junta de coordinación política del congreso del estado, pero es a la vez el líder de su partido político en la entidad, lo que comprende otra connotación que, tenía tiempo no se observaba en un partido en el gobierno, esto es su antecesor fue el PRI, porque no fue practica en el PRD en los dos sexenios pasados.
En lo que podemos llamar una carrera tanto «in crechendo» como políticamente bien conducida y sin tropiezos de imagen, Ramírez Aguilar es también hombre de propuestas posibles, y cae poco en los triunfalismos muy dados en su partido por uno que otro militante ubicados en escenarios menores; su paso por Comitán, San Lázaro, la gobernación chiapaneca y ahora la presente legislatura no ha merecido cuestionamientos severos que no sean los comunes por uno que otro trabón momentáneo que ha sabido superar.
La cosa es diversificar –que no combinar- tanto el trabajo político legislativo como el trabajo político de partido, pues son tanto dos escenarios como lenguajes distintos; el primero es cabildeo y el segundo atención: ambos generan proyección tanto en la clase política como en la clase popular.
A cómo transita esas veredas solo llevan a un camino.

Matraz

Ganando Colima los priistas se imponen en lo referente a elecciones estatales 2015, y no son buenas noticias para sus adversarios y opositores con todo, para éstas trece elecciones de 2016, lo que suman la renovación administrativa de 17 entidades en poco más de un año, o sea medio país, que por lo que se ve, dominará en su mayoría el tricolor.
¿Dónde pues que va para abajo?
La verdad es también la primera elección que se echa a la bolsa también Beltrones, el multi satanizado líder priista acusado de todo, hasta de nexos con el narco, y bueno, los votos son los que cuentan, se insiste, no los memes en su contra las redes.
Y como la gente solo habla y pierde el tiempo en el Facebook y no va a las urnas, el PRI sigue a la alta y en una de esas se las repite en 2018, solo por la apatía de no acudir al comicio so pretexto de que todo es fraude.
La contundencia no se puede ocultar, y si la oposición gana así, ni como arrebatarle el triunfo, pero con un abstencionismo tan alto, no se puede hablar con nada, pues la ingeniería electoral priista sigue surtiendo efecto y sus candidatos son los electos.
No creo que sea porque es un nuevo PRI, con un rumbo sociopolítico renovado y definido que les permita refrendar lo que fueron en el pasado, pero sin los vicios de antaño, cuando tienen un dirigente anquilosado en el institucionalismo a ultranza y en la defensa política a destajo del aparato que gobierna aun sus equívocos sonados.
Pero siguen ganando, esa es la neta.

Compartir:

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *