Tubo de ensayo / Rene Delios

Para éste escribidor de bodrios no hay nada más igualador en términos sociales que la educación, de la misma manera que lo es el voto en la aplicación de la democracia. Afectar el desarrollo e integración a la sociedad de ambos ejercicios impacta y repercute en la calidad de vida por un lado, en la de la política por otro.
Garantizar que ambos ejercicios sean practica transparente –educación y voto- son obligaciones en que participa el gobierno en lo primero y los ciudadanos en lo segundo: ello garantizan nada menos que la continuidad de nación, tanto desde el punto de vista productivo y desde luego, administrativo, en los tres niveles e instancias de gobierno en que se subdivide la nación.
Pero lo que veo son dos bandos soberbios enfrentados con argumentos absolutistas. Por un lado una CNTE con métodos de lucha desgastados que no son propositivos, sino dañinos a la sociedad, y solo baste ver la virulencia que usan sus miembros en contra de civiles a la hora de aplicar bloqueos y otras estrategias de daño a terceros.
Hay que observar una cúpula gubernamental, hegemónica y autoritaria, que para empezar no quiere escuchar a sus gobernados y desde luego, a la contraparte de su obligación institucional a través de la SEP, hoy la más gorila que he observado.
La SEP no es sola; es solo la mitad: la otra es el magisterio.
Una diseña los patrones educativos desde el tronco común y observa las cosas de las instituciones autónomas, los otros enseñan ese tronco común de la educación pero, a la vez, lo multiplican en luces pues, cada maestro o catedrático tiene su formación y actitud frente al conocimiento y es eso, no los cartones de la SEP, lo que le da la diversidad del conocimiento a la información que manejamos en México.
Porque esa es la cuestión: la calidad de la información que se deposita en los alumnos.
Cuando eso se manipula, se conduce de una manera troncal, sin variante, tenemos un totalitarismo.
Quiero decir eso: que el secretario de educación. Aurelio Nuño, es el peor que ha tenido México.

Matraz

Todo lo irregular no es por un mal gobierno actual, sino consecuencia del anquilosamiento de las oligarquías locales, que no solo son económicas, sino también políticas.
Una y otra entrelazadas en años de parientes y compromisos, y es por eso que hay muchas traiciones, que ya Manuel Velasco irá desacelerando, porque creyeron que por joven lo iban a chamaquear.
Lo apunté por ahí –en las redes creo- se enfrentó a su modo; no ha sido de dobleces y de ahí lo meteórico y sólido de su carrera que no la iba a dejar perder por unos indios revoltosos, unos normalistas arbitrarios, un magisterio equívoco o unos políticos oportunistas.
No, si se va será por cosas más grandes que Chiapas y creo que para él, por el momento no hay nada que valga; hay un compromiso histórico, en medio de ésta severa crisis petrolera, que dejó sin varo todas las arcas estatales –Guerrero sangriento y que es nuevo gobierno con Héctor Astudillo; Veracruz mortal que concluye el temible Javier Duarte o Tabasco bajo secuestros al mando de Arturo Núñez a medio gobierno-, pero que no implica dejar la chamba encomendada por los ciudadanos, sobre todo en Chiapas en donde se dio una votación como pocas en la historia electoral de la nación.
Leí en el editorial de La Voz que ni modo, con eso de la expresión de la gente en las redes es su derecho y asimilan y expresan lo que según esto saben de la realidad sociopolítica del estado, pero otra cosa es que todo en las redes sea verás.
Ahí está: el Güero no se fue.
Ahora todos sus agoreros del desastre no saben qué hacer, pues se va

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