Tubo de ensayo / Rene Delios

Fueron Siete senadores, tres diputados federales, tres alcaldes y un diputado local, todos con licencia, fracasaron en su intentona de ser gobernadores de diversos estados del país.
Sin importar el compromiso contraído con los electores, buscaron un cargo superior y fracasaron al ser rechazados por los ciudadanos de sus estados, pero solo regresan y no ha problema en seguir disfrutado de los privilegios que les da el cargo de representación popular que dejaron en busca de otro.
Es eso ¿Valido?
Si, nada se los impide.
Siguen cobrando ahora los altos salarios que, algunos de ellos dejaron de devengar en los escasos tres o cuatro meses que se ausentaron del cargo por las campañas.
Fue en el senado de los supuestamente más afectado en esta purga de legisladores, ya que además de los siete que no pudieron obtener el respaldo necesario para gobernar, otros seis sí lo consiguieron.
Javier Corral Jurado, Chihuahua; José Rosas Aispuro, Durango; Francisco García Cabeza de Vaca, Tamaulipas, y Martín Orozco, Aguascalientes, todos de militancia panista, ganaron su respectiva elección, aunque alguno de ellos tendrá que esperar para ser ratificado por el tribunal, al ser impugnado el proceso electoral.
Los priístas Alejandro Tello Cristerna y Omar Fayad Meneses resultaron triunfadores en la disputa por Zacatecas e Hidalgo, respectivamente.
Caso aparte es el de la senadora Leticia Herrera, quien dejó el escaño para competir por una presidencia municipal en Durango. Por lo que corresponde a la Cámara de Diputados, el priísta Quirino Ordaz Coppel, Sinaloa y el panista Miguel Ángel Yunes, Veracruz, fueron los triunfadores en la contienda del pasado 5 de junio.
Los otros cuatro ganadores que no salieron del Poder Legislativo fueron dos ex funcionarios del gobierno federal, Carlos Joaquín González, Quintana Roo, ex subsecretario de Turismo, y Alejandro Murat Hinojosa, Oaxaca, ex director de Infonavit, además de Marco Antonio Mena, Tlaxcala, ex funcionario estatal y José Antonio Gali Fayad, ex alcalde Puebla.
Si no me dicen que van tras el varo igual me quedo en el limbo.
Pero seguimos entendiendo eso de que son muchos, demasiados los que usan a los electores de trampolín y en esta, pocos son los que lo lograron, algo que se tiene que indagar, analiza, pues como el abstencionismo, ya son reflejo de la inconformidad.

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