¿Un Papa siempre fiel? / Rodrigo Yescas Núñez

Estamos a días de que el máximo representante de la Iglesia Católica visite Chiapas. Con esta sería la segunda vez que un Papa visita este estado del sur de México, siguiendo los pasos que en 1990 caminó Juan Pablo II.
El despliegue mediático a nivel nacional y estatal no tiene precedente. El Papa Francisco cuenta en México con un rebaño (sin sonar despectivo) de fieles muy importante y que manifiestan genuina felicidad por la visita del Sumo Pontífice. México y los estados que serán anfitriones del Papa en su gira por México han gastado los millones por cientos apostando a que la afluencia de turistas y peregrinos generen una mayor derrama económica, eso sin contar la proyección internacional de sus ciudades.

¿Y si se sale de lo presupuestado?

El Papa Francisco es una de las personas más poderosas del mundo por la doble investidura que tiene, tanto de Jefe de Estado como de Sumo Pontífice de la Iglesia Católica. No creo que haya poder o presupuesto que lo hagan remitirse a un discurso oficialista, sobre todo cuando él ha demostrado ser un religioso progresista que dice las cosas con todas sus palabras.
Muchísimo le hace falta a México y a Chiapas que alguien con esa cantidad de reflectores nos de una crítica honesta sobre lo que estamos haciendo mal y no sólo eso, sino que exhiba los trapitos sucios que aquejan a los mexicanos.
Chiapas, particularmente, presencia una inédita escena de subordinación donde empresarios de todos los niveles reclaman en plaza pública la falta de pago de parte de gobierno por servicios dados. Hay que ser ciego para no estar enterado de ello si uno vive en este estado. ¿Dónde está el dinero? No me toca a mi suponerlo. Lo que es evidente es que ha habido un manejo de recursos muy irresponsable que tiene paralizada a la actividad económica en la entidad. ¿Es mucho dinero? No. Deben ser unos quinientos millones de pesos que, con voluntad política y una administración pública eficiente, se pueden solventar, sin duda alguna. Los históricos presupuestos millonarios que recibe Chiapas bien pueden servir para ello.
Sin embargo lo que duele, porque se percibe en redes sociales, en pláticas entre chiapanecos y en lonas colgadas por todo Tuxtla, es el cinismo con el que los «dueños» (porque no son funcionarios) de la Hacienda chiapaneca tratan a quienes exigen el justo pago por el trabajo o servicio realizado. Inferir que unas facturas infladas del sexenio pasado hace corrupto a todo prestador de servicios se me hace una postura muy desafortunada.
Hay que pecar de iluso si se piensa que el Papa Francisco, con todo ese despliegue logístico de seguridad y comunicación no está al tanto de las problemáticas particulares de cada una de las sedes que visitará en México. ¿Las abordará? No sé, pero confío en que Su Santidad cause un par de dolores de cabeza durante las horas que visite este mi bello estado, tan rico pero tan pobre, porque si el Papa va a venirnos con el discurso de «México siempre fiel» entonces creo que pudimos bien ahorrarnos esos millones que, de nuestro dinero, gastaron en esta su gira. Nos vemos…

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