El nuevo jefe de asesores del ayuntamiento tuxtleco no tiene una tarea fácil.
Debe de coordinar las propuestas plantear las mejores de éstas para el beneficio colectivo, en una capital chiapaneca que demanda muchos servicios, ante un desorden urbano que no se controló hasta hace poco, y que tiene un tremendo antecedente de invasiones y zonas sin municipalidad que han merecido incluso desalojos ante la demanda de sus propietarios.
Carlos Esquinca Cancino buscó la presidencia municipal por el partido Mover a Chiapas; luego de las elecciones municipales fue invitado por el alcalde Fernando Castellanos a la a la dirección de tránsito municipal, y a su llegada a esta dependencia anunció que realizaría acciones para saber las condiciones en las que se encuentra el personal operativo y posteriormente, poner en orden a la dirección para dar un buen servicio y seguridad a los tuxtlecos.
Lo hizo.
En esos momentos Tránsito Municipal contaba con 232 elementos, 8 patrullas y con 20 motocicletas para toda la ciudad, lo que comprendía una crisis de cobertura.
Las cosas cambiaron.
La operatividad se transformó y no solo en asuntos de transparencia, sino de cobertura: los operativos de alcoholímetro rindieron pronto sus frutos, y las estadísticas de accidentes derivados del alcohol, se redujeron significativamente.
Hoy Esquinca Cancino es jefe de asesores del ayuntamiento, quizás menos para figurar pero más para influir en las determinaciones en favor de la comuna coneja.
Al Son que me toquen
Y ya que hablamos del ayuntamiento tuxtleco pues está el tema de los mercados.
Es un trabajo que no se ve hasta que se radicaliza, como sucedió hace poco con los vendedores ambulantes que invadieron el centro de la capital, a grado tal que hasta dificultaban el tráfico vehicular, preocupación para otro funcionario del ayuntamiento capitalino, Warner Escobedo Ortega, el director de panteones y mercados de la capital del estado.
Obvio es que fue claro que influencias externas que conocen cómo manipular la situación, organizaron a todo ese ambulantaje que inundó los perímetros de los mercados «Pascasio Gamboa» y «Juan Sabines Gutiérrez».
Para los locatarios organizados se trató de mafias del pasado los que crearon esa crisis que costó semanas solucionar, aun las negociaciones por la vía del diálogo en la que éste director de mercados fue parte medular.
Son de esos funcionarios que no se llevan los aplausos de la sociedad, pero si el reconocimiento de los locatarios de esos mercados que se estaban viendo afectados en su trabajo de años, por parte de abusivos líderes o políticos que buscaban lucrar ilegalmente.
