Chiapas desde el Senado / Zoe Robledo

No es normal. No fue normal. Elecciones en Chiapas

La elección local de mediados del año pasado en nuestro estado no fue normal. Es un hecho claro y contundente en el que coincidimos muchos chiapanecos, pero también el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) y la totalidad de los consejeros del Instituto Nacional Electoral, quienes hablaron de irregularidades e incluso de fraude.
Desde meses antes de la elección, se denunciaron un sinnúmero de irregularidades, empezando por el hecho de que la elección debió haber ocurrido el 7 de junio, como lo estipuló la Reforma Electoral, y no el 19 de julio, contrariando preceptos constitucionales.
Se documentó además la presencia de operadores partidistas disfrazados de observadores electorales, la intervención de instancias gubernamentales extendiendo actas de nacimiento para hacer votar a migrantes centroamericanos, la compra de votos o el condicionamiento de programas sociales.
Con la complacencia de la autoridad electoral, los partidos políticos violaron el principio de paridad en sus candidaturas, al grado tal que el TEPJF ordenó suspender las campañas hasta en tanto no se corrigiera esta violación a la paridad de género y realizada esta corrección, los ciudadanos de cualquier modo vieron violentados sus derechos puesto que no supieron con claridad por quien estaban votando, pues la mayoría de las nuevas candidatas designadas tuvieron únicamente 48 horas para darse a conocer y sus nombres no aparecían en la boleta.
O qué decir de los enfrentamientos y muertos en días previos a la elección, la concentración –casual- de la mayor participación de votantes en las zonas más remotas y pobres de la entidad, o la elección de un diputado migrante votado por cientos de ciudadanos a los que les fue vulnerado su derecho a sufragar en su localidad, pues aparecieron en el listado de chiapanecos que votaron desde Kenia, Azerbayan o las Islas Fidji. Todo esto ante la complacencia y la complicidad de los consejeros del IEPC.
Además, sin olvidar el cuestionado y preocupante resultado electoral en la elección de alcalde de Tuxtla, con todo y las marchas, los plantones y la vergonzosa detención de la Lady Mapache.
Ante este caudal de irregularidades, el INE inicio un procedimiento de remoción de los consejeros locales: Había numerosas razones para anular la elección completa y para destituir en su totalidad al Consejo General del IEPC, que fue quien validó este cochinero. El Tribunal Federal Electoral así lo consideró y por ello ordenó al Instituto Nacional Electoral actuar en consecuencia.
Desafortunadamente, la ley señala que para ello la mayoría calificada de los consejeros del INE (8 de 11), deben votar en el mismo sentido y no sucedió así en su sesión de hace algunos días. De los integrantes del Consejo General del Instituto de Elecciones y Participación Ciudadana se removió únicamente a tres.
Por un momento llegué a pensar que sería distinto. Que se mandaría una señal clara: El que daña la democracia no queda impune. Desafortunadamente me equivoqué. Ganaron los guardianes de ‪#‎LasCosasComoEstán, los Consejeros del @INEMexico: Baños, Nacif, Andrade y Santiago impidieron la remoción de todo el Consejo del IEPC Chiapas.
A pesar de que sus compañeros comprobaron e insistieron que se estaba «ante un hecho que se llama fraude electoral», y no hay otra sanción para quien permite el fraude más que la remoción. Un día para la vergüenza, pero no para olvidar. La construcción de la democracia es un camino y lograr un mejor Chiapas para todos es nuestro objetivo. Ya Empezamos.

El autor es Senador de la República por Chiapas.

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