Cdigo Nucú / Cesar Trujillo

Profeco y la transformación

La Procuraduría Federal del Consumidor ha transformado en el país a sus delegaciones y subdelegaciones en Oficinas de Defensa del Consumidor (Odeco). Hasta hoy, este movimiento ha pasado desapercibido por muchos pese a que conlleva un cambio significativo en el funcionamiento de la institución porque regionaliza la atención. Deje le explico.
Con la regionalización implementada por la Profeco (sólo se llama así a las oficinas centrales) se busca acortar distancias y agilizar la atención de los temas prioritarios para los consumidores.
Por ejemplo, de los municipios de Oaxaca podrán acudir las personas que así lo requieran a las oficinas en Tuxtla Gutiérrez si la distancia les es más corta. Con ello evitarán tener que viajar hasta la capital oaxaqueña para realizar sus trámites. Recordemos que esto antes era un viacrucis.
A ello debemos sumar que las Odecos (35 en total en todo el país) buscan poner en regla los establecimientos que cuentan con algún tipo de instrumento, lo cual me parece sumamente importante porque hay mucho empresario gandalla que se aprovecha de la necesidad de la gente.
El objetivo de las Odecos en el tema de la instrumentación es que éstos se encuentren calibrados. Con ello se dará protección al derecho de los ciudadanos de que lo que compren esté completo o de los contrario habrá sanciones.
Con los cambios sustanciales, las Odecos están facultadas para imponer multas e incluso, si hay incumplimiento, solicitar se procese a prisión a quien se niegue a pagar la sanción (sustentado en la Ley de Protección al Consumidor y publicado en el Diario Oficial de la Federación).
En cuanto al tema de atención, buscan con este cambio que ésta sea más remota. Es decir, que se ajuste la atención de manera presencial y se dé por internet, vía telefónica, concilianet o conciliaexpress.
La estrategia es que la comunicación pueda ser más sólida. Por ello, con esta transformación cerraron la Subdelegación Tapachula y concentraron la mayor parte del personal en Tuxtla Gutiérrez.
Ya sé que muchos pensarán que se ésta buscando centralizar todo. Y sí, así es. Sin embargo, el objetivo es agilizar las denuncias: evitar los trámites engorrosos, el aletargamiento de enlazar los casos, las colas largas y las fichas que eran una pérdida de tiempo.
Así, cuando surja algún problema, la Odeco tendrá la posibilidad de mandar a su personal a cumplir con la atención de quejas o calibraciones de básculas, bombas de gasolinas, relojes y longímetros, con la certeza ahora de que hay sanciones económicas y hasta prisión a quienes quieran pasarse de listos.
Y aquí, con estos nuevos cambios, debo señalar que las Odecos han implementado una estrategia llamada «Litros de a Litro» que requiere comprenderse bien.
Esta táctica, según sé, busca apoyar la política integral del presidente Andrés Manuel López Obrador entorno a los energéticos y ha proporcionado a la ciudadanía una nueva herramienta tecnológica.
Por ejemplo, las Odecos podrán monitorear precios e incluso checar los sanitarios de las gasolineras para verificar si cuentan con las medidas de higiene necesarias. Cada denuncia quedará registrada y tendrá un seguimiento que permitirá tomar la medida que sea más pertinente.
La aplicación «Litros de a litro» es la que recibe denuncias. En la medida que las empresas son señaladas por los consumidores, en la medida que se les sindica por las anomalías cometidas, las oficinas centrales, es decir, Profeco en la Ciudad de México, es la que se encarga de inmovilizar las bombas. Ojo aquí con esto.
Este asunto es importante porque se ha dado mucha desinformación en el tema. No es la Odeco (otrora Delegación Chiapas) quien se encarga de inmovilizar bombas. No es esa su función. Quien procede a ese tipo de sanción, que muchos señalan y dicen en las redes sociales, son las oficinas centrales de la Procuraduría y deriva de las denuncias interpuestas.
Ahora, tengo entendido que en cuanto al tema de verificaciones de establecimientos, éste se mantendrá muy similar al que ha venido realizando.
Lo mismo pasa con el espacio de quejas y denuncias, en el que se busca arreglar mediante procedimientos conciliatorios (métodos de justicia alternativa les llaman también) los temas álgidos o los problemas que surjan.
Y como todo, Profeco también tiene sus zonas difíciles que está en los Altos de Chiapas donde por Usos y Costumbres no puede entrar a calibrar. Ni hablar.
Por lo pronto, me da gusto que la Odeco en Chiapas esté en manos de mi amigo Francisco Vladimir Estrada Ramírez. Llegó como delegado hace un tiempo y hoy ha sido nombrado director de zona.
Lo conozco bien y sé que estamos en buenas manos. Ya tendremos tiempo de ahondar en este tema.

Manjar

Abordo un taxi. El conductor me pregunta si cómo voy a hacerle para poder sobrevivir hasta el 20 de abril ahora que no hay trabajo. Lo noto preocupado. «Son 420 pesos diarios que entrego de cuenta, señor. Haya o no haya es lo que debo pagarle a mi patrón», me dice. Se rasca la cabeza. «Yo no sé cómo le vamos a hacer. Mis tres muchachas, su madre y yo, la tenemos difícil porque soy el único sustento, el único que leva dinero a casa. Mi esposa vendía empanaditas de manjar por el mercado pero los fiscales le han robado su producto y le han quitado dinero. Son unos perros y nadie hace nada. Pero a los ladrones nada les hacen», me cuenta. No respondo más que meneando la cabeza y repitiendo que está difícil. «Jodidos nosotros, usted y yo, que vivimos al día mi jefe, peor bueno», señala. Y con un nudo en la garganta pido la parada, quizá porque sé que en la casa tengo techo y un plato de comida seguro aún en días difícles, y me despido del hombre que abrió su corazón afligido por la preocupación de lo que viene económicamente hablando. #COVID19 // «Echar de menos es un poco como el hambre. Sólo se pasa cuando se come la presencia. Pero, a veces, el echar de menos es tan profundo que la presencia es poco: se quiere absorber a la otra persona entera. Esa gana de ser el otro para una unificación entera es uno de los sentimientos más urgentes que se tiene en vida». Clarice Lispector. #LaFrase // La recomendación de hoy: el libro Plenitud del tiempo de Jaime Labastida y el disco Dynasty de Kiss. // Recuerde no comprar mascotas, mejor adopte. // Si no tiene nada mejor qué hacer, póngase a leer.

Compartir:

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *