¡Habemus Sistema!
Tal y como se venía anunciando, ¡ah! y no después de violaciones constitucionales en cuánto al tiempo establecido para su promulgación, pero bueno, ayer el Presidente Enrique Peña Nieto, Promulgó las leyes –siete- que le dan cuerpo y esencia al Sistema Nacional Anticorrupción. En dicho acto digo, por las notas que al escribir esta columna se publicaban en medios, el mismísimo presidente ¡pidió disculpas al pueblo de México! –supongo- por el caso, así llamado «casa blanca», el que puso en entredicho la figura presidencial y mermó la confianza en su gobierno. No transcribiré lo que Peña dijo, porque las notas hoy estarán en todos los medios nacionales de su elección periodística. Lo que sí y es motivo del entuerto, es la importancia sea como sea, de que en ¡mil años de corrupción! (sé exageré) en este país, hoy por primera vez en nuestra historia, insisto, los políticos corruptos de este país y la excepción solo confirmaría la regla, con esta legislación aprobada por todos los que la tenían que aprobar, de alguna forma se están haciendo el Harakiri. Ahora «la pedo» dirían por acá, es que en verdad estas leyes con su fiscal a modo, la voluntad manifiesta más allá de las letras se cumplan y no tengamos que escuchar más disculpas. Ni siquiera presidenciales.
Y ya que se decidieron al menos de dientas para afuera entrarle al combate a la corrupción, es simple sugerencia, empiecen por amarrarles las manos a los gobernadores. Sí estos virreyes que al amparo de una «transición aterciopelada», al cambiar de siglas en la presidencia, solo prohijaron por su debilidad manifiesta de acción y operación política, que los gobernadores hicieran y deshicieran con sus presupuestos lo que les viniera en gana. No me detendré en casos que en esos doce años de panismo se volvieron emblemáticos de corrupción en este caso estatales, empero sí y todos, desde Mérida a Ensenada (como decía el comercial de las pilas «y el pilón cómo si nada») padecieran, en insana competencia ver, si los del PAN el PRI o incluso el PRD, sabían de las artes amatorias de la corrupción; el poder así, los cortó con la misma tijera. Tan corruptos el verde cómo el colorado; el amarillo y el tornasol.
Si vieran ¡qué difícil resulta el tema de la corrupción!, cuándo estamos en el umbral de las buenas intenciones políticas de construir un andamiaje legal que supervise, procese y castigue a esta escoria social., ojalá pudiera solo citar al poder ejecutivo como emblemático de este cáncer social que nos carcome, pero lo mismo es el ejecutivo que el legislativo y judicial. Porque si mucho me apuran, entre los tres, dudaría para etiquetar cual es más corrupto. El ejecutivo claro y por obvias razones al manejar los dineros través de sus dependencias, se llevaría el ¡10! Lo que nunca les dieron en la escuela, al menos escuela pública. Pero el legislativo ¡no manches!, los cañonazos son del tamaño de su ignominia. Dizque se rompen la máuser en tribuna pero yo les aseguraría (trabajé un tiempito en la cámara de diputados federal), no se equivoquen, la alta corrupción se da, está y persiste; pero legalmente aprobada. Ahora que si le entramos al poder judicial y sigo en el tema federal, pues solo habrá que ver que miles de inocentes o al menos roba pollos, están purgando condenas por hambre. Mientras en sentido inverso; jefes del narco, secuestrados y demás fauna delincuencial, qué creen; gracias a su estúpido e indebido proceso, gozan de cabal salud y libertad. Florence Caséz y Caro Quintero, los más emblemáticos. Díganme si no son chingaderas. Y si me preguntarán de estos tres poderes quién es más corrupto, lo dije ya, les doy un empate. Porque si mientras uno se roba la paga de todos; ¡el otro la legaliza! (empréstitos) y entonces, el tercero, los exime de culpas. Y así y lo dije líneas atrás, en los niveles de gobierno en los estados (ejecutivo, legislativo y municipal) solo piense en Chiapas, y verá que este esquema se reproduce de manera criminal. ¿O no? es pregunta.
No habrá «ya de salida», al menos hoy no, porque ciertamente y vaya qué delicada percepción solo son infomerciales. Por lo pronto; qué bueno ya tenemos sistema y ahora solo falta que se aplique. Y no crea es pitorreo pero pregunto en buena lid; pues ¿qué el robo, el tráfico de influencias, la desviación de recursos y la malversación de fondos no se castigaban? Entonces si ahora le ponemos; tres de tres que se me hace magnifico, o si el presidente lanza su terna para nombrar al fiscal anticorrupción o, incluso (me parece una verdadera jalada) el ahora ex secretario de la función pública Aurelio Nuño…no perdón Virgilio Andrade presenta renuncia, insisto y resisto; ¿con eso ya no habrá más corrupción? No sé usted pero; le apuesto doble contra sencillo que al menos ¡yo ya no lo veré! (¿?) Y ya de salida; si esto se va a jugar en serio, ¡no busquen más!; el sistema nacional anticorrupción solo debe estirar la mano y entonces sí y más allá de disculpas sentidas, los 119.5 de millones de mexicanos, entenderemos y aplaudiremos e incluso aceptaremos, las disculpas ¡vengan de donde vengan! Incluso presidenciales. Así y finalmente ¡Habemus Papa! Perdón ¡Habemus Sistema!…// ¡Me queda claro! Salu2.
