En la Mira / Hector Estrada

Francisco, duro y claro en Chiapas

Tras la controversia, el derroche y la tensión provocada por las constantes manifestaciones sociales en contra del actual Gobierno del Estado, finalmente este lunes el Papa Francisco visitó tierras chiapanecas como parte de su primera visita a México catalogada oficialmente como pastoral, pero plagada de claros posicionamientos políticos.
Así fue en San Cristóbal de las Casas durante la misa celebrada frente a representantes de diferentes pueblos indígenas de México y Centroamérica, donde, entre mensajes religiosos habló claro y contundente sobre la exclusión y la injusticia social que aún padece gran parte de ese sector.
Para el gusto completo o insuficiente de muchos críticos que esperaban algo más del primer Papa latinoamericano, Francisco finalmente fijó una «denuncia pública» acerca del rezago, el olvido y el autoritarismo contra los pueblos originarios por parte de los gobiernos y dueños del poder económico.
Nada que no sepamos, pero sí de mayor resonancia internacional al tratarse de un mensaje emitido por el líder de la iglesia católica en territorio mexicano, desde el estado con la mayor pluriculturalidad del país y cuna del levantamiento armado indígena más relevante de América en las últimas décadas.
«Muchas veces, de modo sistemático y estructural, vuestros pueblos han sido incomprendidos y excluidos de la sociedad. Algunos han considerado inferiores sus valores, sus culturas y sus tradiciones. Otros, mareados por el poder, el dinero y las leyes del mercado, los han despojado de sus tierras o han realizado acciones que las contaminaban», sostuvo enfático Francisco.
«Qué bien nos haría a todos hacer un examen de conciencia y aprender a decir: ¡Perdón!, perdón hermanos. El mundo de hoy, despojado por la cultura del descarte, los necesita a ustedes», añadió el líder religioso hablando directamente a esos grupo de poder que siguen utilizando, desplazando o devastando tanto a los pueblos originarios como a las zona naturales, ligadas estrechamente.
Y no pudo escoger mejor lugar que Chiapas para emitir semejante mensaje; un estado saqueado, en todos aspectos, gobernado por el único partido político nacional que se asume ecologista y que hoy continúa siendo sistemáticamente entregado a los intereses económicos para exprimirle descaradamente todo el provecho posible.
Si bien, como en otros episodios de la historia posiblemente el impacto de lo dicho aquí se diluirá rápidamente entre la amnesia social y las cosas no se modificarán mucho como esperan tantos creyentes católicos optimistas, nada se pierde en esperar un cambio o reconsideración por parte de la clase política mexicana.
Ojalá los señalamientos políticos del papa Francisco sobre temas coyunturales del país no terminen como meros «momentos emotivos» temporales, al igual que lo sucedido con otros tantos señalamientos de líderes mundiales. Por el bien de todos y apelando a los más optimistas, ojalá las cosas sí cambien por mínimo que sea, pero que cambien para bien.

Compartir:

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *