La Casa del Jabonero / Enrique Romero

Una presa en el Usumacinta ¿Para beneficio de quién?

Representantes de más de 60 comunidades de siete municipios del norte y la selva de Chiapas y del «Frente Petenero Contra Represas», de Guatemala se pronunciaron contra la construcción de la presa hidroeléctrica binacional Boca del Cerro, en el río Usumacinta, pues señalaron que invadirá sus tierras y las comunidades serán desalojadas.
Lo que desde hace décadas se venía manejando como simple rumor, la construcción de una presa en el río más caudaloso al norte del Amazonas, ya inició, sin que se consultara al menos a los habitantes de los estados de Chiapas y Tabasco, así como a los de el Petén en Guatemala, a quienes afectará esta represa que puede causar daños ambientales incalculables e irreversibles. Lo hicieron a la chita callando, sin anuncios ni consultas de por medio. De noche, como los ladrones.
Esto fue confirmado por los casi 300 asistentes al cuarto Foro de resistencias y alternativas de los pueblos de la zona norte de Chiapas, realizado en la comunidad de Victórico Grajales, del municipio de Palenque, donde sostuvieron que ya se iniciaron los trabajos con la construcción de los muros de contención en ambos lados del Usumacinta, que divide a México de Guatemala, en una extensión de 40 kilómetros. Semanas atrás volqueteros de la zona me comentaron que ya estaban acarreado grandes piedras a Boca del Cerro para iniciar la presa.
La hidroeléctrica binacional Boca del Cerro es una de las cinco presas planeadas en la cuenca que divide a México de Guatemala. Según datos de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), las obras se planean para cuatro años y tendrá una cortina de 55.5 metros de altura máxima. La superficie total del embalse contempla mil 799 hectáreas, de ellas 707 corresponden al municipio de Tenosique y mil 92 al de Palenque.
Los asistentes al foro, reporta la nota informativa de El Tiempo de Chiapas, señalaron que el inicio de la obra provocará que en lo inmediato «desaparezca la comunidad de San Carlos Boca del Cerro, Tenosique, pues se convertirá en oficinas y campamento de la empresa que construye la cortina de la represa. El gobierno no nos indemnizará por nuestras tierras, aumentará el costo de la vida y desapareceremos como pueblos indígenas choles y tzeltales de la región».
Se pronunciaron en contra de la construcción de más represas proyectadas en territorio chiapaneco, «porque afectarán la vida de los pueblos, y las ganancias que generarán servirán para enriquecer a las empresas extranjeras, resultado de la reforma energética, a costa del desalojo de nuestros pueblos y de nuestras tierras».
Y en ese punto no se equivocan, el proyecto parece ideado solamente para enriquecer a unas cuantas compañías, porque ningún beneficio trae al país y sí en cambio pérdidas multimillonarias y la inundación de amplias zonas con la biodiversidad más rica del continente americano, sin saber si esto afectará a las zonas arqueológicas de Yaxchilán, en Chiapas, y Piedras Negras, en Guatemala, asentadas ambas a las márgenes del caudaloso Usumacinta.
La insensatez injustificable de realizar una presa en Boca del Cerro, desde el punto de vista económico y ambientalista, fue analizada por un estudio publicado con el título de «Tenosique: análisis económico-ambiental de un proyecto hidroeléctrico en el Río Usumacinta», elaborado de manera conjunta por las ONGs conservacionistas: Pronatura Chiapas, Naturalia, ParksWatch, Defensores de la Naturaleza, Conservación Estratégica , y la INCAE Business School ; todas ellas bajo el auspicio de Conservation Strategy Found, cuya misión es «Enseñar a organizaciones de todo el mundo cómo utilizar análisis económico estratégico para conservar la naturaleza».
Conforme este estudio,» el proyecto hidroeléctrico fue analizado bajo cuatro criterios: la eficiencia financiera, la eficiencia económica, la distribución de beneficios y costos y la sostenibilidad ambiental. Lo que este análisis puso en evidencia es que sin un subsidio al precio de venta, el proyecto definitivamente no sería rentable y podría generarle pérdidas a la empresa (CFE) de hasta US$ 219 millones», aunque señala que si se toma una perspectiva más amplia, «en este caso la de la sociedad mexicana como un todo. El valor actual neto económico más optimista, que no asume ninguna pérdida ambiental, es de US$ -19 millones.
Esto significa que el proyecto le generaría una pérdida a la sociedad mexicana de por lo menos US$ 19 millones».
Entonces, ¿para qué poctas el gobierno federal quiere perder 19 millones de dólares, en el mejor de los casos, o 219 millones de dólares, en el peor de los escenarios, que no toma en cuenta los daños ambientales, construyendo esta presa?
La respuesta la infiere, pero de manera muy clara, el mismo estudio: «El tercer criterio es la distribución de beneficios y costos. Este análisis deja claro la potencial inequidad del proyecto Tenosique. El proyecto ocasionaría costos tangibles al gobierno y daños significativos a la naturaleza y las comunidades afectadas. Esto implica la posible transferencia de riqueza pública a manos
privadas». Es obvio que detrás de esta insensatez del gobierno federal, con el silencio cómplice de los gobierno estatales de Chiapas y Tabasco, está no el interés del país, sino el favorecer a compañías poderosas (nacionales y extranjeras) con los contratos de construcción y explotación de la presa, pero con el dinero de los mexicanos cuya economía no puede permitirse el derroche, las multimillonarias pérdidas en dólares que esta presa significa.
Actualmente los chiapanecos pagamos las más altas tarifas del país y son nuestros recursos hídricos los mayores generadores de energía de México. Nos destruyen nuestra biodiversidad, inundan nuestras tierras, dan solo empleos de jornaleros a los chiapanecos en la CFE, mandan a buró de crédito a los municipios que se atrasan, realizan abusivos cobros y no merecemos una tarifa preferente. Vamos, si hasta a Guatemala le da mejores precios la CFE que a los chiapanecos. ¿Entonces por qué permitir otra presa más en nuestro territorio? ¿A cambio de qué permitimos la depredación de nuestros recursos naturales?
El estudio interdisciplinario de las ONGs señala que «La creación de una represa en una región de alta biodiversidad, interrumpiría varias interacciones ecológicas y sociales. El riesgo más grande identificado fue el cambio en la dinámica hídrica del río por generar una barrera artificial que compromete la viabilidad e integridad de los ecosistemas río abajo y arriba. Cabe destacar la importancia de los humedales y pantanos río abajo del sitio de la presa. Las externalidades del proyecto serían absorbidas por la sociedad en general (principalmente a nivel local) de forma indirecta a través de inversiones públicas y privadas para mitigar impactos ambientales, de la reducción de bienes de consumo (agua y pesca, por ejemplo) y de la pérdida de biodiversidad». Entonces, ni si siquiera con la promesa de una tarifa preferencial se puede admitir una obra de esta naturaleza, porque los daños ambientales en estos delicados ecosistemas, no tienen precio.
Cuando realizaba su campaña a gobernador, por cierto de un partido que se dice «Ecologista», Manuel Velasco aseguraba que no permitiría la construcción de ninguna otra presa en Chiapas si no había claros beneficios para los chiapanecos. Ya en el poder, la CFE le ha metido las presas que ha querido y el Güero-Gober, sin chistar. Uno fue el discurso de campaña y otros los intereses ya en el poder. Recientemente Eduardo Ramírez Aguilar hablaba sobre el mismo tema. El hecho es que mientras en Tabasco ya el Congreso Local prepara acciones de rechazo a la presa, acá en Chiapas el Congreso ni toca el tema, salvo por el posicionamiento que de último minuto realizó en tribuna María Mayo Mendoza y del que tuve conocimiento una hora después de que enviara esta columna a otros medios. Ojalá que el posicionamiento de la representante por el distrito de Palenque no sea golondrina que no haga verano. De María he criticado muchas cosas, pero cuando hay algo bueno, también se le reconoce. Por cierto y de pasada, Tabasco tiene una mejor tarifa que Chiapas, cosa también inequitativa porque las presas están acá.
¿Será necesario que los zapatistas, la iglesia de la Teología de la Liberación, los grupos conservacionistas, los defensores de los derechos de los indígenas y otras organizaciones de la sociedad civil tengan que enarbolar la resistencia porque sus gobiernos locales se hacen «pijijes», más interesados en su aspiraciones de poder que en el bienestar de sus habitantes? Al tiempo. Pero, si se hace necesario, este columnista está dispuesto a tomar las armas si se trata de defender a la naturaleza. Estoy seguro que don Patrocinio me apoyaría. Pinche gente vale madres a los que les importa un bledo el medio ambiente!!!
Cambiando de tema, ya se aprobó en el Senado la creación de las Zonas Económicas Especiales y ahora mandarán a la cámara baja para su aprobación, tras las correcciones, el decreto. Eso es bueno para Chiapas, según lo ha explicado Luis Armando Melgar, pero más bueno sería que los beneficios no estuvieran tan focalizados y se ampliaran a todo el estado, porque no solo en la zona de la costa hay pobreza y necesidad de desarrollo económico. En la zona selva hace falta un impulso especial al sector turístico, que además no impacta ambientalmente como otras actividades, con incentivos fiscales y la derogación del IVA en sus servicios y productos. Veremos qué ocurre, pero a priori se antoja muy reducidos los resultados que arrojará esta estrategia a 20 años.
Este sábado el director de Aquinoticias.mx, Rodrigo Ramón Aquino, estará en Palenque para dar un curso sobre géneros periodísticos y periodismo digital a los socios de la Asociación de Comunicadores de la Selva de Chiapas, que presido. Junto con el director de uno de los portales de noticias más influyentes en el estado y del más rápido crecimiento, viene otro invitado de lujo, el fotógrafo Ariel Silva, considerado como uno de los mejores fotógrafos latinoamericanos de la actualidad, quien compartirá con los comunicadores de esta región su experiencia. A ambos mi agradecimiento por su generosa respuesta de venir, sin costo alguno, a lo que será nuestra primera acción de profesionalización de nuestros compañeros comunicadores. El curso lo inaugura el edil de Palenque Carlos Morelos
La próxima semana, el Colegio de Abogados de Palenque nos da fecha para darnos también un curso sobre el marco legal que regula a los periodistas en Chiapas, para que sepamos nuestras garantías y también nuestras limitantes. Así no la embarramos, pero tampoco dejamos que autoridades abusivas nos asusten con «el petate del muerto». Hasta la próxima, abur!!!

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