7 de cada 10 tarjetas de crédito cobran al menos el 50 por ciento como CAT del crédito solicitado, por lo que es indispensable considerar el costo real del crédito
Ana Liz Leyte / Aquínoticias
Siete de cada 10 tarjetas de crédito cobran al menos el 50 por ciento como Costo Anual Total (CAT) del crédito solicitado, por lo que antes de tomar la decisión de endeudarse por el consumo de productos y servicios, es indispensable considerar el costo real del crédito, así lo dio a conocer el docente e investigador de la Escuela Bancaria y Comercial Chiapas, Augusto Enríquez.
Destacó que en diciembre es cuando más se utiliza el plástico para obtener deudas que si bien no se planean como corresponde, terminan rebasando el presupuesto mensual individual y familiar según sea el caso.
El docente detalló que, las tarjetas de crédito representan un producto bancario que es muy útil para hacer transacciones principalmente de consumo entre los usuarios, los establecimientos y las instituciones financieras, siendo un canal de venta para los comercios, pero que es importante conocer el costo del crédito otorgado.
Para noviembre de 2021, la tarjeta que otorga el crédito más caro es FAMSA con un CAT del 70 por ciento, le sigue Banorte y BanCoppel con un 69 y 63.5 por ciento. Mientras que los menos costosos Banamex y BanBajío con un 45 y 40 por ciento.
Y es que, según Augusto Enríquez, hacer buen uso de las tarjetas de crédito pueden permitir al consumidor obtener un producto sin necesidad en ese momento de llevar dinero en efectivo, además de lo seguro que es el no llevar dinero físico, el desarrollo de un historial crediticio y la disciplina financiera, pero el desconocimiento de las tasas de interés termina por sobre endeudar al tarjetahabiente.
El docente dijo que el mal uso de las tarjetas de crédito puede traer también serias consecuencias, particularmente con los meses sin intereses, por ello, en ocasiones para acostumbrarse a su uso, hay que usar una tarjeta de débito, toda vez que, las tarjetas de débito permiten comprar cosas sin cargar dinero en efectivo encima, pero que se cuenta con ello en alguna cuenta bancaria.
«No hay que olvidar también que, las tarjetas de crédito están colocadas con base en ingreso, esto significa que, de acuerdo con el ingreso, será el límite de crédito y el tipo de tarjeta que la institución bancaria otorgue. El monto de crédito asignado se estima a partir de la capacidad de pago del usuario», explicó.
Finalmente, el investigador Augusto Enríquez aseguró, que, las tarjetas de crédito establecen una tasa de interés cuando no se paga la totalidad del saldo y esta tasa de interés representa para una fuente de financiamiento un costo que en general no es recomendable utilizarla debido a que es uno de los costos más altos.
Por ello, invita a estar al pendiente de la tasa y el CAT que cobra su tarjeta de crédito, para que en ese caso se pueda buscar aquellas tarjetas que, dentro de ese producto, sean las de menor costo, pese a que, el plástico tenga muchas promociones, puntos, alianzas comerciales, entre otras, puesto que puede resultar cara a largo plazo.
