Parque Cañn del Sumidero, un viejo guardian de la vida

En el marco del 40 aniversario de su decreto, te contamos sobre la importancia de esta Área Natural Protegida

Lucero Natarén / Aquínoticias

Hace 40 años, el 8 de diciembre de 1980 con el esfuerzo de diversos personajes entre los que se incluye don Miguel Álvarez del Toro, el Área Natural Protegida (ANP) comprendida por 21 mil 700 hectáreas de superficie fue decretada como Parque Nacional Cañón del Sumidero (PNCS), misma que ha servido desde entonces como guardián de la vida silvestre.

Tal designación no fue al azar, para lograrlo, el PNCS tuvo que cumplir ciertas condiciones como una ubicación y configuración topográfica privilegiada, belleza, valor científico, educativo o de recreación que fuera conveniente preservar, para asegurar la flora y fauna típicas de la zona, mismas que se requerían para los Parques Nacionales en 1980.

La región conocida como el Cañón del Sumidero cumplía por su enorme variedad de vegetación, fauna y flora silvestre, clima, topografía y el alto valor geológico. Para darse una idea de la amplitud de esta ANP basta decir que se ubica entre los municipios de Tuxtla Gutiérrez, San Fernando, Osumacinta, Soyaló y Chapala, donde prevalecen ecosistemas como selva baja, mediana caducifolia y subcaducifolia.

Entre sus especies vegetales se cuenta la Ceiba (Ceiba pentandra), Pino (Pinus sylvestris), Ramon o Moju (Brosimum alicastrum), Guaje o Guash (Leucaena leucocephala), Caobilla (Carapa guianensis), Matilisguate (Tabebuia rosea), Guanacastle (Enterolobium cyclocarpum) y especies endémicas como el Maguey del Grijalva (Agave Kewensis).

Además de la variada flora, también aquí habitan especies animales emblemáticas como el Mono Araña (Ateles Geoffroy), Cocodrilo de Río (Cocodrylus Acutus), Venado Cola blanca (Odocoileus virginianus), Zorra Gris (Urocyoin cineroargenteus), Tigrillo (Leopardus wiedii), Jaguarundi (Herpailurus yagouaroundi) y el Lince Americano o Gato Montés (Lynx Rufus).

Su vegetación también ha servido de resguardo para aves: Guardabarranco (Momotus momota), Chachalaca (Ortalis ruficauda), Trogon (Trogon mexicanus) Pato aguja (Anhinga anhinga), Cormorán negro (Phalacrocorax brasilianus) y aves migratorias como el Chipe dorso verde (Dendroica virens), Chipe trepador (Mniotilta varia), y Colorín azul (Passerina cyanea).

Su labor de cuatro décadas ha servido incluso para ayudar a que especies se recuperen. Entre sus logros se cuenta con el registro de una hembra y un macho de Tigrillo, la reintroducción y reproducción del Mono Araña en lugares donde anteriormente había dejado de estar presente, asimismo ha contribuido a que se conserve la población del Cocodrilo de Río.

Por todo esto y más, el PNCS no sólo es un sitio icónico para Chiapas, sino también, la cuna y santuario de la riqueza natural de Chiapas y, por qué no decirlo, del planeta.

 

 

 

 

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