Tubo de ensayo / Rene Delios

Pues si intentaron en Morena despejar dudas con esa encuesta publicada la víspera, dejó más dudas que certidumbre sobre una contienda interna posible, por lo que la gran mayoría se inclina por la apertura a simpatizantes y ciudadanos para que, ese partido, lance candidatos.
Ni negar que entre el listado de aspirantes hoy visibles hay personas que han trabajado de años en el servicio público, y que desde luego, han tenido y tienen responsabilidades de representación en cámaras locales y federales, pero la clase política está bastante desprestigiada como para que en la primera, otra vez, la gran señora sociedad civil les entregue su confianza.
En el listado de cuatro, entre Plácido Morales, Rutilio Escandón, Zoé Robledo y el dirigente estatal de ese partido que aparece de la nada, pues hay los posibles externos, que hay que recordar que fueron idea de Andrés Manuel López Obrador años ha cuando dominaba el PRD, opción que fue adoptada por los dirigentes posteriores y que hoy tienen a ese partido más que contaminado, al grado tal que ya cayó su primer gobernador en funciones, como lo fue Angel Aguirre Rivero -ex priista-, de Guerrero, al que le tocó el caso Ayotzinapa, por la participación intelectual del hoy ex alcalde de Iguala, José Luis Abarca, del que ya nadie habla y menos él, sobre el paradero mortal de esos jóvenes normalistas.
El punto es que no es con encuestas manipuladas y menos tan tempraneras, como los aspirantes en Morena, podrían lograr la candidatura.
Ahora bien, se dice que quien aparece en la primera posición es quien pagó la consulta, y como que no es de político experimentado algo así, la dudo.
O se trató de ¿Exhibir a los cuatro?
Ya antes, al presidente de Tribunal Estatal de Justicia, le hicieron lo propio, por una circular a todos los posibles a un evento cuando es cosa común no solo en Chiapas sino en todo éste país, pero que sirvió para exhibirlo en redes sociales como algo inaudito cuando no lo es.
El punto es que Rutilio Escandón vuelve a aparecer en la escena con esta encuesta que obvio no necesita por el momento, como ninguno de los otros que aparecen, y menos por lo acordado éste fin de semana por la cúpula de Morena, en torno a la forma de selección de candidatos posibles.
Me quedo que no va a ser a la sencilla esa selección aun sea abierta, pues la experiencia de Eva Cadena debe poner alertas a eso de la decisión de las bases o la base social, no siempre tan conocedora de la doble moral de los personajes a determinar, aparte de que no se trata de colocar a alguien que no tenga idea de cómo gobernar en aras de «hacer el cambio», porque en Chiapas o en Europa, la administración pública tiene normas y procedimientos que nada tienen que ver con el populismo.
El populismo desgasta el trabajo del pueblo, es decir, es parasitario: hace improductivo a los llamados sectores vulnerables, y más en aquellos que tienen la idea de que el gobierno debe dar todo, cuando los beneficiarios no pagan los impuestos que si pagan los trabajadores, a los que no se la perdonan si faltan y a los que, cada vez les rinde menos el varo para la canasta básica yla manutención con calidad del hogar.
La verdad, en todos los países y aun los desarrollados, los gobiernos solo dan nimias, y en la apertura y el proiteccionismo, sus mandatarios se sienten los emisarios del progreso y esos solo lo son los trabajadores, la mayor riqueza de toda nación.
Nada como lo hecho en lo propio, con el trabajo de cada familia, y de esa manera puede decidir indistinto partido y personajes, sin deberles compromisos.
¿O sería distinto a lo practicado por el PRI que otro partido cobrara con votos, los beneficios otorgados en el cambio?
Ese es el paternalismo, y la cobra caro.
Así que al final de cuentas, esa encuesta no dijo nada, solo exhibió y la carretada de virales mostró el hígado, aunque hay que reconocer que, los hubo, quienes advirtieron claro la jugada y desde luego, el manipuleo de ésta encuesta que es el anunció de la guerra sucia que vendrá primero intra partidos y después entre candidatos, en ésta mala, deprimente, paupérrima política chiapaneca.