Tubo de ensayo / Rene Delios

Pope Francis delivers his blessing as he arrives to hold his weekly general audience, in St. Peter's Square, at the Vatican, Wednesday, Sept. 17, 2014. (AP Photo/Andrew Medichini)

Y ya entramos a febrero, no es mes patrio, salvo el XCXIX aniversario de la constitución incumplida éste 5 próximo, el día de la Candelaria celebrado ayer, pero es el mes de la visita papal de Francisco, el argentino, y por lo tanto el primer papa latinoamericano, que además habla claro aún existan los que argumenten que se queda corto, sin analizar que el pontífice tampoco se puede desparramar a cuidado de los intereses internacionales del clero.
No son pocos los que han analizado ¿qué con la visita papal? Pues no se da en un escenario político, aun los honores que le brinde el Estado mexicano, sino de pastoral, hecho que ha aclarado la iglesia en todo momento.
Sin embargo no se puede separar lo uno de lo otro: es el jefe del Estado Vaticano y requiere de esa atención por parte del gobierno mexicano al que no le va a atraer ningún beneficio de imagen, pues el gran protagonista para los fieles es Francisco, no el presidente de México, Enrique Peña Nieto, pues no faltarán las organizaciones o gremios que aprovechen la cobertura mundial para hacer sus planteamientos, denuncias, exigencias, en una nación agobiada por el crimen organizado.
Igual sucederá en cada entidad programada para su visita incluyendo nuestro estado, pues es el líder de la Iglesia católica, y todo va a radicar en el territorio de la fe de los feligreses, muy aparte del beneficio colateral que ello comprenda para las relaciones entre el Vaticano y México, que por la visita misma, no son nada malas.
Lo lamentable es que ya hay los que han pretendido lucrar con esta visita, desde el lado de la fe; políticamente –si a alguien se le ocurre- es muy arriesgado, desde luego; venta de boletos, cobertura de minuto a minuto, durante la visita por parte de televisoras, redes sociales que venden sus espacios comerciales, en fin, sacar jugo, y todo a sabiendas de que serán millones los que tratarán de ver al Papa en su vitrina móvil.
Esto desde luego lo sabe el pontífice, y sucede en todos lados dónde la fe católica tiene presencia importante, y nuestro país es de los más destacados en ese sentido, con un poco más de un sesenta por ciento de población que profesa el catolicismo.
Y las empresas de medios de cobertura nacional van a sacar ventaja económica de ello.
Y en esto aparecen empresas que tienen que ver con transporte, alimentación no solo del Papa sino también de todo el séquito que lo acompaña, y desde luego, de todo los purpurados que estarán presentes en sus homilías, que serán cientos de éste país y Centro América
A parte los feligreses, repito, que acudirán por decenas de miles a los lugares dónde dé el culto, en lo mismo, hospedaje, alimentación, transporte.
Una seria derrama económica para beneficio de los prestadores de bienes y servicios turísticos y alimentarios, incluyendo sus proveedores.
La otra es que nadie lo quiere decir pero la neta en éste asunto eso del Estado Laico se tambalea tantito, cuando la política se mezcla con la religión, y es por eso que apunté líneas arriba que es bastante complicado y riesgoso que un político, se quiera apropiar la decisión de ésta visita papal a México.

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