Tubo de ensayo / Rene Delios

Bajo dos fuegos, Andrés Manuel López Obrador transita la nación promocionando la imagen del MORENA como la panacea para México, como si la realidad socioeconómica mundial no fuera la que impulsara las Reformas actuales en México –y lo sabe- y prefiere hacer resonancia a la torpe idea de que en el PRI son unos vende patrias.
Con esa bandera más populista que cierta, el de Tabasco trata de atraer simpatías entre los ciudadanos y desde luego, da la nota informativa para los medios, en la inteligencia de que es un producto político de alta calidad.
Tan lo es que está bajo dos fuegos, que se aprecian en los medios impresos principalmente, a través de todo tipo de cuestionamientos al de Macuspana, quien después de 15 años de que asumiera la jefatura de gobierno en el Distrito Federal, 9 años después de la controvertida elección presidencial decidida en tribunales y a 3 años de una rotunda derrota en las urnas, es objeto de críticas infames por parte de líderes de opinión que lo tienen como cliente de sus «razonamientos» diarios, en evidente gatilleo financiado.
Por otro lado están los dirigentes segundones del PRD, PT y Movimiento Ciudadano, que lo empezaron a descalificar a destajo una vez que obtuvo el registro de MORENA como partido político; muy independientemente de que será en las urnas dónde los ciudadanos decidiremos en 2015 no solo la mayoría en la LXIII Legislatura Federal, también está que dentro de esa conformación, se verá qué izquierda nos gusta más.
En éste momento queda claro que en éste momento esas izquierdas tradicionales no cuentan con un producto tan electoralmente llamativo como Andrés Manuel, quien se ha mantenido vigente desde hace muchos años, y desde luego, presente en la política actual, incluyendo un sobre nombre que, en vez de socavarlo lo benefició: «el peje», pues si hay algo con que se conoce más a una persona es con el apodo más que con su nombre.
En promedio para los jóvenes de 18 a 22 años que votarán en 2018, es mucho más conocido López Obrador que lo más vendible que tenga la izquierda tradicional toda.
Muy aparte de la antipatía en el PAN, la obligada defensa-desprestigio aplicada por el PRI, está esa izquierda tradicional dándole con todo al fundador de impulsor de MORENA.
La intentó dos veces con el PRD, la va a intentar con MORENA; le dan con todo desde el PRI, en busca de abollar su credibilidad y cuestionamientos al régimen de Peña, en el PAN por mera costumbre reaccionaria, sin más fundamento que las vestiduras desgarradas, y desde el PRD, el PT y MC, porque si MORENA crece, uno de los tres merma, y pueda que hasta desaparezca.

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