El tesoro de Oaxaca no está bajo tierra

El museo en el exconvento barroco exhibe 27 salas de historia zapoteca, arte virreinal y archivos que explican la raíz cultural de México

Noé Juan Farrera Garzón / AquíNoticias

Tras sus muros de cantera verde, el Museo de las Culturas de Oaxaca resguarda secretos que van desde herramientas líticas de cazadores-recolectores hasta el legendario tesoro de la Tumba 7 de Monte Albán. «Cada pieza aquí explica por qué Oaxaca es la reserva espiritual de México», afirma el director del recinto, señalando el pectoral de oro y jade que perteneció a un sacerdote zapoteca en el año 600 d.C.

El recorrido por las 14 salas permanentes sorprende con contrastes: junto a urnas funerarias mixtecas del siglo X, se exhiben retablos dorados del XVIII que muestran el sincretismo colonial. «Este crucifijo de cristal de roca fue tallado por artesanos indígenas con técnicas prehispánicas», explica una guía frente a la sala de arte sacro, donde los visitantes extranjeros fotografían avidamente la colección de «Cristos negros».

El claustro del exconvento –joya del barroco con 400 años de historia– sirve de escenario para exposiciones temporales que dialogan con el arte contemporáneo. «Aquí no solo exhibimos el pasado: en 2023 recibimos una instalación de textiles mixe con realidad aumentada», comenta el subdirector mientras señala el espacio que actualmente alberga una muestra de «Alebrjes astronómicos».

Datos que sorprenden:

  • La bóveda del museo conserva el archivo personal de Benito Juárez, incluido su primer libro de contabilidad como abogado.
  • El jardín etnobotánico anexo cultiva 1,300 especies de plantas usadas por las 16 etnias originarias.
  • Los domingos, la entrada es gratuita para nacionales, y las familias locales suelen completar la visita con nieves de leche quemada en el mercado Benito Juárez.

Con información de Primer Plano Magazine

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