Tubo de ensayo / Rene Delios

Por algo no se sabe mucho de las acciones de los alcaldes de San Cristóbal y Comitán, y se oye mucho de los de Tapachula y Tuxtla
Se ha hablado de bajos presupuestos, pero buscar una alcaldía para quedarse sentado esperando diezmos como que no es el punto, y menos ahora que Miguel López Camacho –el titular de la secretaría de la función pública estatal- les colocó un candado tremendo a los alcaldes para que no manipulen a modo lo poco que hay, que atestiguó el propio gobernador Manuel Velasco Coello la mañana de ayer en el Poliforum Mesoamericano.
Estuvo presente el titular de la similar en la función pública federal, Virgilio Andrade Martínez, también la plana mayor de funcionarios públicos, diputados, galtos funcionarios del gabinete y desde luego los 122 alcaldes que son los protagonistas de éste asunto.
Y es que la verdad los munícipes se pulen usando recursos materiales y económicos de los ayuntamientos, igual hasta el propio personal de seguridad, los que destacamentaron durante la pasada administración en casas particulares, cuidando a familias de los funcionarios municipales en vez que a la ciudadanía.
La cosa es que estarán más vigilados que nunca.
Los que destacan son los que hacen más con menos; aparecen Tuxtla y Tapachula, por la dimensión de éstas ciudades:, la demanda es mucho mayor y con lo poco que hay se avanza.
Para eso se necesitan buenos administradores, desde luego, y de eso tuvieron buen cuidado de elegir Fernando Castellanos y Neptalí del Toro.
Administradores que sepan estirar el dinero, como decían nuestros mayores ante los recortes presupuestales en éste país de carencias y miserias acumuladas.
Y es que ambas encargadas del varo en éstos importantes municipios chiapanecos son mujeres: Cristina Palomeque Rincón y Alma Rosa Cueto López, de Tuxtla y Tapachula respectivamente, y han sido fundamentales en eso de administrar los recursos y su rendimiento en estos municipios otrora saqueados y sin que se le diera respuesta a los ciudadanos.
Esas situaciones de saqueo obligó a la instalación de la comisión permanente de órganos de control municipios-estado, derivado del convenio para el fortalecimiento del sistema de control y evaluación gubernamental y colaboración en materia de transparencia y combate a la corrupción que se dio ayer con la presencia del gobernador.
Suena mucho; esperemos que no sea poco, y su cobertura sea completamente amplía, luego del aval que le dio el propio ejecutivo del estado de que esa comisión permanente va en serio.
O sea, los alcaldes ratas ya están avisados.