La edad de los estudiantes universitarios (15 a 29 años) coincide con las etapas de mayor riesgo al consumo de sustancias o el suicidio en el orbe
Aquínoticias Staff
Los padecimientos mentales ocasionan que no podamos desarrollar y vivir nuestras potencialidades, por ello es necesario que al presentarlas pidamos ayuda, afirmó la directora de la Facultad de Psicología (FP) de la UNAM, María Elena Medina-Mora Icaza, al ofrecer la conferencia magistral “Salud Mental en Jóvenes Universitarios”.
Con motivo del Día Mundial de la Salud Mental expuso que la OCDE ha calculado que se pierde aproximadamente cuatro por ciento del producto interno bruto (PIB) mundial por estas enfermedades, pues los estragos en la productividad son altos, incluso causan mayor discapacidad que cualquiera de tipo crónica, cardiovasculares o cáncer.
“La mayor pérdida se da en el trabajo, por un factor llamado presencialismo: estás deprimido, puedes ir a trabajar, pero no produces”, explicó ante la coordinadora de Humanidades, Guadalupe Valencia García, como parte de las actividades por esta celebración.
Durante el encuentro, organizado por la FP y la Dirección General de Divulgación de las Humanidades, Valencia García puntualizó que la Universidad Nacional brinda servicios a la sociedad y está siempre cercana a ella.
Una muestra es la elaboración del “Diccionario de las Emociones”, a partir del cual se realizaron cápsulas para radio y televisión, en español, que incluso se transmiten en otros países como Sudáfrica, en inglés. También Gaceta UNAM diseñó un cuadernillo.
“Nos llena de gusto y orgullo. Seguiremos con las emociones, dándoles su justo valor, no satanizarlas, hablando para qué sirven, cómo logran manejarse y cuándo hay que recurrir a la ayuda de especialistas porque se han vuelto inmanejables”, aseveró la funcionaria.
Este Diccionario, enfatizó, se suma a los servicios, teléfonos de ayuda y consultas que la Universidad Nacional ofrece para atender la salud mental. Muestra que es una institución que va a la calle, a las cárceles, a los PILARES (centros comunitarios) de la Ciudad de México, a millones de hogares con contenidos adecuados. “Es una de las muchas maneras de demostrar que la UNAM es de la nación y está cerca de la sociedad”.
Medina-Mora Icaza coincidió en la colaboración conjunta de la FP y la Coordinación de las Humanidades, a fin de contar con este Diccionario que personas de todas las edades consultan.
Riesgos de los universitarios
Asimismo, comentó que los adolescentes, quienes están en una etapa de retos, cuando se enfrentan a este trastorno tienen el riesgo de no terminar el bachillerato y, por ende, tampoco ingresar a la educación superior, lo que afecta su vida para siempre, añadió la especialista en el acto realizado en formato híbrido en las instalaciones de FP.
Argumentó que diversos estudios a nivel mundial han mostrado que la edad de los estudiantes universitarios (15 a 29 años) coincide con las etapas de mayor riesgo para el consumo de sustancias o el suicidio. Por ejemplo, en nuestro país las encuestas nacionales de adicciones indican que las poblaciones de 18 y 34 años y de 12 a 17 años son en las que más crece el consumo de sustancias.
Medina-Mora Icaza también señaló que la primera causa de muerte entre los jóvenes de 15 a 29 años en el país son las agresiones, y la segunda el suicidio. Según el INEGI, en 2017 la tasa de suicidios entre las personas de 20 a 24 años fue de 9.3 por cada 100 mil habitantes; entre la población de 25 a 29 años, de 8.3; y en los de 15 a 19 años de 7.1 por cada 100 mil habitantes. “Este es el grandísimo reto que tenemos enfrente”.
Encuestas de psicopatología y autolesiones en alumnos de nuevo ingreso de universidades mexicanas antes de la pandemia por COVID (2019) reportaron que 27 por ciento de los jóvenes presentó algún trastorno mental, alguna vez en su vida. En Estados Unidos aumentó a 28.7 por ciento; en España a 39.1 por ciento; y en Australia a 48.3 por ciento, abundó.
En el caso de las y los universitarios mexicanos, 10.7 por ciento dijo sufrir depresión (7.2 por ciento hombres y 4.3 por ciento mujeres); 10.4 por ciento ansiedad (6.6 por ciento hombres y 14.4 mujeres); y 12.2 por ciento reportó tener pensamientos o acciones suicidas (14.3 por ciento hombres y 15.9 por ciento mujeres).
“México está en la media de las prevalencias, pero la gran proporción está en personas que necesitan ayuda y no la reciben porque no la sabemos pedir; hay estigma y porque falta información a dónde pedirla, y no necesariamente la puerta que tocamos es lo que necesitamos”, subrayó.
Refirió estadísticas de la prevalencia de estrés, ansiedad y depresión durante la pandemia por COVID-19 en varios países como Irán, China, Japón, Nepal, India, Iraq, Reino Unido, España, Nigeria e Italia, en los que 31.9 por ciento de la población reportó sufrir ansiedad, y 33.7 por ciento, depresión.
En México la situación fue similar, pues de acuerdo con encuestas telefónicas 32.42 por ciento de los entrevistados respondió haber presentado ansiedad, y 27.26 por ciento depresión.