Placido y moreno, quiere ser gobernador / Rodrigo Ramn Aquino

En una frase, Plácido Morales Vázquez se define como un clásico de la izquierda. Esto quiere decir del pensamiento progresista. Perredista hasta hace poco, en breve charla en su estudio, repasamos el movimiento violento de los 70, la llegada de la socialdemocracia y los intentos de la tercera vía.
Del PRD nos dice «perdió vigor». En la vía electoral también perdió contenido. Que los triunfos dieron paso a la burocracia partidista y a la concertación política electoral y olvidaron el proyecto de nación.
Por eso se halla ahora en Morena, porque para él, Andrés Manuel López Obrador, es el único político que representa un proyecto de valores y principios liberales, destacando la honradez.
«Conozco a Andrés Manuel desde hace 25 años y somos buenos amigos. He estado cercano a él desde 1992 y cuando se llevaron a cabo las asambleas estatales para fundar el partido, yo estuve presente. Morena no es una réplica del PRD. Es un partido con un claro proyecto de nación.»
Plácido Morales es moreno y vive en Coita. Ya está afiliado y tiene interés de buscar la candidatura a la gubernatura de Chiapas por el Movimiento de Regeneración Nacional.
«Esto, desde luego, no debe entenderse como un «destape», sino como la manifestación de una intención. Creo, y lo he reflexionado mucho, que dadas las características de nuestro estado, el modelo de gobierno más conveniente es el de izquierda.»
Sobre la estrategia del partido rumbo al 2018 nos dice que no se tienen contempladas futuras alianzas ni importación de candidatos («las importaciones siempre restan»), que dado el descontento de diversos sectores de la sociedad, Morena resultará un partido altamente competitivo yendo solo. Hay condiciones para ganar.
También nos dice que, a su juicio, no va a progresar en Chiapas una candidatura independiente. «No somos Nuevo León, donde la clase empresarial es determinante para impulsar proyectos de esta naturaleza, no hay condiciones; pero sobre todo, no hay un liderazgo que levante un movimiento así».
Y así, Plácido Morales parece ser el cuadro político más visible de Morena en Chiapas y eso pese a su poco activismo, dadas las responsabilidades que aún tiene en la estructura de gobierno («es cierto, nos hacen falta más cuadros, pero creo que lo más importante es el proyecto de gobierno»). Y en una época en que pareciera estar de moda ser joven, Morales le apuesta a la experiencia:
«Samuel León Brindis llegó a ser gobernador a los 66 años de edad. Juan Sabines Gutiérrez a los 64 e, incluso, el doctor Manuel Velasco Suárez a los 59. La edad es circunstancial, lo que vale a la hora de gobernar es saber decidir.»

ÁGORA

LOS 51 DE EMILIO: —Yo invité a mi amigo Carlos Penagos para decirle que yo voy por Tuxtla.
Este miércoles, en el salón Mozé, al poniente de la capital chiapaneca, el diputado federal Emilio Salazar Farías celebró un año más de vida. 51 para ser exactos.
Acompañado de amigos, familiares, representantes sociales, empresariales, culturales, académicos y un par de docenas de legisladores federales de todos los colores y también verdes, el representante del Distrito IX soltó en medio de un salón repleto:
—Quiero decirles que esta fiesta no les costó un solo peso. No hay dinero público para costearla. Mis padres me la regalaron como una tradición familiar. No es un acto político, es la celebración de la amistad. Aquí se hallan todo tipo de personas e ideologías, aquí hay pluralidad. En ese sentido, la única coincidencia de todos es la amistad.
Pedirle al mar que no haga olas es imposible. Como imposible es que un político deje de hacer política. Y ya encarrerado:
—Es mentira que vengo de la cultura del privilegio. Mi primer salario fueron dos salarios mínimos y siempre he trabajado. He tenido éxito, sí, pero también he llorado en casa, amargas derrotas. He sido perseguido. La amistad de mi amigo Sami David me costó la persecución de Pablo, por ejemplo. En el Congreso, ahora, también hay cobardes, como el que me tomó una foto con un expresidente municipal, de quien nunca he negado ser su amigo. Así entiendo la amistad, estar en las buenas, pero sobre todo en las malas.
Presentes también estuvieron el diputado federal Javier Herrera Borunda, de quien dijo «un día será gobernador de Veracruz» y el general Absalón Castellanos Domínguez «el único exgobernador que puede estar aquí, sin vergüenza y sin pena».
Sonriente y divertido, el presidente del Congreso del Estado y aún presidente del Partido Verde en Chiapas, Eduardo Ramírez Aguilar, contempla la escena «aunque lo regañen».

CORRILLO

El lunes le contaré sobre un caso de desprestigio en contra de un connotado investigador chiapaneco.

Contacto:
9611395592
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