Apresados en la incertidumbre: ONU denuncia crisis

90 mil personas están encarceladas sin sentencia en México, lo cual se traduce en una violación de los derechos humanos. Tal situación enciende las alarmas ante la militarización de la seguridad pública y las prácticas judiciales actuales

Aquínoticias Staff

México enfrenta una crisis de derechos humanos en su sistema penal, según un reciente informe del Grupo de Trabajo de la ONU sobre Detención Arbitraria. Con cifras alarmantes, la organización reveló que aproximadamente 90,000 personas están encarceladas sin sentencia en el país, muchas de ellas en condiciones que violan los derechos fundamentales. Esta situación ha generado una creciente preocupación en torno a las prácticas judiciales y la militarización de la seguridad pública.

La detención preventiva oficiosa: un abuso sistemático

Uno de los principales focos de crítica en el informe es la detención preventiva oficiosa, una medida legal que permite encarcelar a una persona antes de ser declarada culpable, bajo el argumento de evitar que huya o manipule pruebas. Sin embargo, este mecanismo ha sido abusado hasta tal punto que casi el 50% de los detenidos sin sentencia están sujetos a esta figura. Para algunos, la espera se ha extendido por más de cinco años, atrapados en un sistema judicial lento y a menudo negligente.

Con una población carcelaria de aproximadamente 230,000 personas, el informe subraya la urgencia de una reforma penal. “La detención arbitraria sigue siendo una práctica generalizada en México”, denunció el Grupo de Trabajo de la ONU, destacando la relación entre estas prácticas y las deficiencias estructurales del sistema.

Militarización y violencia: un círculo vicioso

Otro factor preocupante es la creciente militarización de la seguridad pública. Alrededor de 100,000 soldados están desplegados en tareas policiales y de control migratorio. Este enfoque no solo ha transformado la función del Ejército, sino que también ha contribuido a un aumento en las denuncias de violencia contra personas detenidas.

Las personas detenidas por personal militar con frecuencia son sometidas a graves actos de violencia y tortura”, subraya el informe, estableciendo una correlación directa entre la militarización y el aumento de violaciones de derechos humanos. Esto refleja la tensión existente entre las políticas de seguridad del gobierno y la protección de las libertades individuales.

El narcomenudeo y la criminalización del consumo de drogas

Desde 2006, México ha adoptado un enfoque «mucho más punitivo» hacia el uso personal de drogas y el narcomenudeo, lo que ha incrementado las tasas de encarcelamiento, especialmente entre los consumidores. Las denuncias de fabricación de pruebas por parte de las fuerzas de seguridad, que incluyen el uso de drogas plantadas en hogares y vehículos, agravan aún más la crisis.

Este enfoque no ha reducido el narcotráfico, pero sí ha contribuido a saturar las cárceles con personas acusadas de delitos menores. La violencia y la impunidad siguen siendo realidades cotidianas en el país, con consecuencias directas para los sectores más vulnerables de la población.

El Esfuerzo de la Amnistía: Una Gota en el Océano

Aunque la Ley de Amnistía, promulgada en 2020 por el presidente Andrés Manuel López Obrador, pretendía aliviar el problema del hacinamiento carcelario y liberar a personas detenidas injustamente, el impacto ha sido limitado. Hasta el momento, solo 424 personas han sido liberadas bajo esta medida, una cifra que palidece ante el número de detenidos sin sentencia.

¿Hacia dónde va el Sistema de Justicia en México?

El informe de la ONU deja en evidencia una serie de fallos profundos en el sistema de justicia mexicano. La combinación de una detención preventiva prolongada, un sistema judicial ineficaz y la militarización de la seguridad pública ha creado un entorno en el que los derechos humanos están en constante riesgo.

Es fundamental que el gobierno tome medidas para reformar este sistema. La eliminación de la detención preventiva oficiosa, el fortalecimiento del acceso a la justicia y la profesionalización de las fuerzas de seguridad son solo algunos de los pasos que podrían mejorar la situación actual. Mientras tanto, miles de personas seguirán esperando una justicia que, para muchos, parece cada vez más lejana.

Con información de EFE

Compartir:

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *